El fiscal Stornelli blanquea la persecución a la ex presidenta: “Si Cristina no tuviese fueros, iría presa”

“Si Cristina Kirchner no tuviese fueros, iría presa”. Así lo sentenció hoy el fiscal de la causa de las fotocopias de los cuadernos, Carlos Stornelli, pisoteando de esta manera con descaro la presunción de inocencia que le asiste a cualquier imputado, y pasando por encima los preceptos del derecho penal y de la mismísima Constitución nacional.

Sostuvo que “ahora le corresponderá al Congreso decidir” si le quita la inmunidad judicial a la ex presidenta y actual senadora de Unidad Ciudadana.

Entrevistado por Nelson Castro en radio Continental, Stornelli señaló que “el desafuero es una medida que corresponde frente al dictado de una medida cautelar como lo es el procesamiento con prisión preventiva”, por lo que “le corresponderá al Congreso decidir si remueve los fueros para que se haga efectiva, siempre y cuando la medida sea confirmada por la Cámara”.

En tanto, dijo que “no le hemos terminado de sacar el jugo a los cuadernos. Todos los imputados tienen la posibilidad de acercarse y de proponer algún acuerdo, si es que tienen algún aporte interesante”.

Consultado sobre las críticas de algunos abogados defensores de involucrados en la causa, quienes argumentan que la Justicia utiliza la ley del Arrepentido como un método de extorsión, Stornelli aclaró que “se trata de una herramienta a la que no hay que tenerle miedo”.

“La ley del Arrepentido -dijo- institucionaliza algo que ya se daba en la Justicia, y le da una garantía al imputado de que va a tener un beneficio si hace un aporte y luego resulta condenado. El requisito es que los aportes tienen que ser verdaderos. Si es mentira, el arrepentido tiene doble o triple problema porque se carga otra imputación penal. Le acortan al Estado muchos gastos de investigación al llegar más rápido a algunas verdades”.

Agregó que “si alguno de los imputados ha aplicado alguna mentira maliciosa no hay nada que temer, porque no va a ser considerado eventualmente en una sentencia”.

Por último, y al hacer referencia a la posibilidad de que la causa esté armada, el fiscal fue categórico: “No hay ninguna posibilidad de que esto sea una operación. Hace 40 años que estoy en la Justicia. Jamás me anotaría en una cuestión de esas. Desde el principio tuve la convicción de que estaba frente a una investigación enorme”.