Como una muestra de debilidad y de falta de argumentos, el jefe de Gabinete Marcos Peña eludió referirse a la situación económica, y por eso eligió hablar durante 15 minutos únicamente sobre seguridad y narcotráfico.
“Estamos orgullosos de la política de Seguridad y Derechos Humanos que estamos llevando adelante. Estamos avanzando hacia una sociedad más pacífica, y devolviéndole al Estado la autoridad sobre territorios que había perdido”, destacó Peña al comenzar su informe en la Cámara de Diputados, donde el bloque del Frente para la Victoria lo recibió con carteles que piden rehacer el Presupuesto 2019.
Lejos de abordar cuestiones centrales de la economía, el funcionario subrayó que se está pasando “de un modelo de seguridad donde el centro era el victimario, a uno que se enfoca en las víctimas y sus familias. Lo más importante es cumplir y hacer cumplir la ley”.
Y agregó que “la lucha contra el narcotráfico es una política de Estado. El nuevo sistema de información de estadística criminal recibió la máxima calificación del a ONU”.
Tras esa exposición, el ex ministro de Economía y actual diputado Axel Kicillof, disparó duramente contra el rumbo económico de la administración macrista.
“El modelo ya fracasó y lo reconocieron de varias maneras: cambiando los ministros de Economía, los presidentes del Banco Central. Lo que llama la atención es que cambian el funcionario y persisten con las mismas políticas”, dijo.
En esa línea, criticó el Presupuesto 2019, sobre el que dijo que “nació muerto. Todavía no lo aprobamos y ya es mentira”, tras lo cual se refirió al dólar: “Hablan de una caída del producto pero un dólar a $ 40 para todo el año y usted respondió en la pregunta 1273 que a diciembre del año que viene el dólar va a estar a $50. Entonces ¿cuál es la verdad?”, preguntó Kicillof.
Agregó que “todavía no lo aprobamos y ya no sirve, lo dice el mismo Gobierno. Por eso les pedimos que hagan un nuevo proyecto. Este Presupuesto no sólo está mal en la macroeconomía, sino que además produce daño en todos los sectores de la sociedad. El que manda en la Argentina es el pueblo, no el FMI”, apuntó.