El Gobierno buscará casi desesperadamente que mañana o el jueves, a más tardar, la Cámara de Diputados apruebe el proyecto de Presupuesto 2019 . La urgencia del oficialismo obedece a que el viernes se reunirá la cúpula del Fondo Monetario Internacional (FMI), y para la administración macrista resulta indispensable enviar una señal positiva al organismo financiero.
Así lo admitió por estas horas el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Luciano Laspina, quien reconoció que “necesitamos lograr la aprobación esta semana para tener todo listo, ya que el viernes se reunirá el staff del FMI para aprobar el nuevo acuerdo, pero no descartamos que recién se apruebe en la última semana de octubre. Estamos trabajando para dictaminar y sesionar esta semana; depende de la oposición”.
En tanto, el Senado ya está organizado para sancionar todo el paquete en 14 o 21 días como plazo máximo, es decir, antes de la cumbre del G-20, que se pondrá en marcha el 30 de noviembre.
Mientras tanto, y a medida que se acerca la votación, más gremios y movimientos sociales se suman a la marcha de mañana al Congreso, en lo que se perfila como otra masiva expresión callejera de repudio al ajuste, que apunta a cumplir con la meta de déficit cero acordada con el Fondo.
A los sectores que ya habían anunciado que van a movilizarse, como los docentes, en las últimas horas se sumaron La Bancaria –que dispuso un cese de tareas en todas las entidades financieras de la Ciudad y el conurbano desde las 11– y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) –que hará paro nacional–. Al mismo tiempo, los movimientos sociales (CTEP, CCC, Barrios de Pie) adelantaron que podrían acampar frente al Congreso desde esta noche.
El camino que tiene el Gobierno para aprobar el proyecto es que hoy se firme el dictamen favorable en la comisión de Presupuesto, y después se buscará que la iniciativa sea tratada mañana o, a lo sumo, el jueves 25, en el recinto.
El problema es que a último momento se desató una pulseada entre el oficialismo y un sector de la oposición que reclama la necesidad de postergar el tratamiento, en particular por el aumento en las alícuotas del impuesto a los Bienes Personales y el fin de la exención del impuesto rural, dos cuestiones que provocaron una fuerte reacción del campo.
Algunos diputados opositores con los que el oficialismo contaría para la aprobación de la ley comenzaron a plantear que es muy poco el tiempo que tienen entre la aprobación del dictamen y su votación en el recinto. “No vamos a tener tiempo ni de leerlo después de aprobado en comisión y no vamos a poder corregir nada de lo que el Gobierno ponga a último momento, ya que habrá una única votación, que incluirá la general y la particular”, dijo el diputado del Frente Renovador Marco Lavagna.
Para conseguir la aprobación en el recinto, Cambiemos cuenta los votos propios y el respaldo de una veintena de legisladores referenciados en gobernaciones peronistas.
En contra del proyecto, ya anticiparon que votarán los 65 diputados del Frente para la Victoria; los diez del flamante Red por la Argentina (Movimiento Evita y ex massistas), los cuatro de la Izquierda; los cuatro del PJ puntano, otros tres peronistas con monobloques; algunos de los 21 integrantes del Frente Renovador, y entre cinco y diez del bloque Justicialista.