Una de cal y una de arena para los empresarios de los juegos de azar: por un lado, la gobernadora María Eugenia Vidal dispuso un aumento de los impuestos para ese rubro -y que quedará establecido en el proyecto de Presupuesto bonaerense que presentará en las próximas horas-, pero por otro, a manera de compensación, les concederá a quienes manejan ese sector, un nuevo negocio en la Provincia, como serán las apuestas por Internet.
Ya está definido que el Estado bonaerense fijará una suba del impuesto a los premios que rondará entre el 2 y 5 % para crear un “fondo social” y mitigar los efectos del brutal ajuste que deberá enfrentar la Provincia, una de las más castigadas por los recortes del gobierno nacional para llegar al déficit cero.
El impuesto tendrá también su versión en la Ciudad de Buenos Aires. Es que el motivo es engrosar las arcas públicas como consecuencia del ajuste que tuvieron que realizar en conjunto con la Casa Rosada, y que le costará el año que viene $6.500 millones a la Ciudad, y cerca de $35.000 millones a la Provincia.
Demás está decir que el incremento del impuesto generó un absoluto rechazo entre los empresarios del juego, que mantuvieron reuniones de urgencia y se quejaron de la fuerte presión impositiva.
Pero, como contrapartida, en la administración de Vidal buscaron una forma de compensarlos y que a la vez serviría para engrosar las arcas provinciales: se trata de las apuestas por Internet, un negocio en el que estaban interesados varios pesos pesado del oficialismo, como Daniel Angelici y el titular de la AFI, Gustavo Arribas. Otro actor importante que estaba detrás de este negocio es Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, uno de los principales operadores judiciales de Mauricio Macri, que lo impulsó por ahora sin éxito en la Ciudad de Buenos Aires.
La idea de habilitar ahora las apuestas partió del director de Lotería y Casinos de la Provincia, Matías Lanusse, que le llevó a Vidal los números que representa este negocio en otros países donde se puede apostar por internet. En tiempos de ajuste y en la previa del año electoral, el funcionario hizo el cálculo de cuánto podrían recaudar, y así convenció a la gobernadora.