La gobernadora María Eugenia Vidal decidió cortar por lo sano en el conflicto que mantiene sucia y casi sin servicios a la ciudad de Mar del Plata y le ordenó a su ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, dictar la conciliación obligatoria para que los empleados municipales vuelvan a trabajar y dejen el paro que llevan adelante desde hace 29 días. El intendente Carlos Arroyo se mantuvo intransigente frente al sindicato y no pudo resolver la pulseada salarial nada menos que en el inicio de la temporada.
La medida fue tomada hoy durante la última audiencia realizada entre el Municipio de General Pueyrredón (Mar del Plata) y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) y, según explicaron desde la cartera laboral, busca “resguardar la integridad general de los residentes y la de los 230.000 turistas que eligieron esa ciudad para descansar y pasar sus vacaciones”.
“Dado que las partes no han podido llegar a un acuerdo ante otra oferta salarial del Ejecutivo municipal, que hoy propuso mejorar el incremento otorgado del 14 % y pasar al 17 % de aumento para el mes de diciembre pasado, el Ministerio de Trabajo ha decidido dictar la Conciliación Obligatoria para salvaguardar el bienestar de todos los marplatenses y turistas”, dijo un comunicado de la cartera laboral bonaerense.
Los empleados municipales están con retención de tareas desde hace 29 días a raíz de la falta de acuerdo con Arroyo por la suba salarial de fin de año. No obstante, ya anunciaron que acatarán la medida y que mañana volverán a trabajar.
El secretario general del STM, Antonio Gilardi, confirmó que acatarán la conciliación y se mostró “preocupado por la situación que está viviendo Mar del Plata” por la falta de acuerdo entre las partes, y coincidió con los argumentos con los que el Ministerio dictó la conciliación. “Para garantizar la paz social y los servicios esenciales”, detalló.
El gobierno provincial sostuvo queel paro generó graves inconvenientes en el sistema de sanitario local y puntualizó que “más de 15.000 marplatenses no pudieron acunarse en los centros de salud que dependen de la Comuna”, y que “más de 400 mujeres no pudieron hacer sus mamografías y se perdieron unos 100.000 turnos que habían sido otorgados en las salas de salud municipal”.
El comunicado describe también que la falta de un acuerdo entre las partes “ha erosionando la paz social de la ciudad y ha puesto en jaque los servicios básicos e indispensable de Salud, Seguridad Vial, Control Urbano, Higiene en la vía pública y Mantenimiento de los Espacios Verdes”. Además de perjudicar la actividad comercial, “tanto en el sector gastronómico como en los pequeños y grandes comercios que han visto proliferar la venta callejera y la competencia desleal en la vía pública”.