Por Alfredo Silletta. Luego que trascendiera por estas horas que el presidente Mauricio Macri y Marcos Peña se oponen al desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal hizo circular una frase contundente: “Mauricio me pidió que juegue en 2015 en un territorio que nadie quería ir. Fui y gané, lo mismo sucedió en 2017, jugué y le gané a Cristina, por lo cual yo al presidente no le debo nada, ya pagué con creces”. Esto se lo transmitió a varios intendentes en su momento, incluido algunos de la oposición.
La gobernadora y su círculo político encabezado por Federico Salvai están decididos a adelantar las elecciones para no cargar con la “mochila del presidente” que mide muy mal en la provincia, especialmente en los municipios de Gran Buenos Aires. El segundo argumento de Vidal es que no quiere competir con una boleta donde figure Cristina Kirchner, ya que es la dirigente que mejor mide en el conurbano (entre 45 y 50 puntos) y eso beneficiará la fórmula provincial y a los jefes comunales.
Marcos Peña y Jaime Duran Barba se oponen porque un desdoblamiento significa mostrar a un “presidente débil” que ni sus propios compañeros de ruta lo quieren en las listas. Además, afirman con razón, que en el año 2017, el mejor momento de Cambiemos, Vidal le ganó por escasos 4 puntos a Cristina y desde ese momento comenzó la debacle económica con un dólar que se duplicó, aumentos brutales de tarifas, de transporte, cierre de fábricas y los alimentos por las nubes, por lo cual nadie tiene asegurado el triunfo. “Si Vidal pierde sería una catástrofe que terminaría con las chances del presidente en octubre”, argumentan en la Jefatura de Gabinete.
A su vez, Duran Barba señala que para octubre habrá signos de mejoramiento en la economía y que el presidente “ya dejó de caer”. El ecuatoriano aporta números para sostener la idea de la unificación. Sus encuestas dicen que es mejor que la dupla Macri-Vidal vayan juntos porque se potencian.
El presidente nunca creyó en el desdoblamiento, pero dejó actuar a la gobernadora para que la oposición no hable del desastre económico. Vidal, por los comentarios que dejó trascender -“yo no le debo nada”- pareciera que está decidida a enfrentar al presidente. Claro, se olvida que Michetti lo intentó y la fulminó en 2015. Mariú debería recordar que Mauricio no tuvo problema en mandar al frente a su propio padre ante la justicia argentina, por lo cual no dudará en sacarla de la cancha si no obedece.
1 comentario
chroooooooooooooooorrrrrrrrrrrra hija de chorrrrrrrrrrrrrrra delincuentes , vos no ganaste todo los hicieron los inútiles de los radicales y lo que se afanaron de caba para pagar