La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, huyó sin decir palabra tras ser escrachada por la “Multisectorial contra el cierre de la secundarias nocturnas”. El mal momento de la funcionaria ocurrió ayer al mediodía en el Polo Educativo de la Villa 31, mientras recorría el lugar junto a su equipo. Frente a los gritos y los reclamos, Acuña optó por abandonar el lugar sin siquiera darse vuelta.