Ana María Picchio relató cómo la recesión y la brutal crisis económica le cambió no sólo los hábitos de consumo, sino también su estado de ánimo: “Es muy triste lo que está pasando. Lo veo muy mal. Es que a mí me va mal, y antes no me iba mal. Uno siempre tiene un restito de todo, de laburo, un poquito más que otros, pero yo nunca pensé que íbamos a caer en este remolino terrible”.
Además, contó que tiene contacto con la gente, a la que ve con angustia: “Es muy triste, nosotros salimos a la calle y la gente me comenta. Bueno, ya no me comentan nada, solamente veo caras muy entristecidas. Y si llego a decir algo me dicen ‘no me hablen'”.
En declaraciones a Radio 10, la actriz, que está haciendo temporada en Buenos Aires con la obra “Atracción fatal”, se refirió cómo la crisis la obligó a cambiar ciertos hábitos. Al respecto, señaló que “tuve que dejar el auto… No soy miserable, yo gasto cuando tengo plata pero ahora me compro la fruta que necesito, las verduras, todo lo justo”.
Agregó que “al teatro me voy en subte todos los días. Cuando estoy muy cansada me vengo con Pablito Rago que viene en taxi y me tira acá en la esquina, porque si no, no me da el presupuesto. El auto, más la cochera, esos cálculos que antes eran normales…”.
Y sobre cómo afecta la situación al universo teatral, Picchio destacó que “no se gana lo mismo, porque la gente ya no viene como antes. Hice muchas temporadas en Buenos Aires en verano y era un éxito de locos. Pero con un 48 por ciento de inflación en el año, es un horror”, alertó.
Por último, la actriz aseguró que trabajar de noche en el teatro la salva: “Ya me hubiera suicidado si estuviera en mi casa leyendo los diarios o mirando la tele. Viendo lo que pasa, la verdad que no sé, no sé qué tipo de carácter hay que tener, además de impunidad, y de cagarse en el otro”.