En una muestra más de afinidad hacia sectores sindicales y sociales opositores al gobierno de Mauricio Macri, el Papa Franscisco volverá a encontrarse la próxima semana en el Vaticano con el líder camionero Pablo Moyano, como así también con su amigo, Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y cada vez más cercano a Cristina Kirchner, y con el titular de La Alameda y cofundador del movimiento 21F, Gustavo Vera.
Este nuevo mensaje del jefe de la Iglesia Católica ocurre en momentos en que tanto Pablo como su padre, Hugo, son vistos como archienemigos por parte del gobierno nacional que, por todos los medios, busca desesperadamente verlos tras las rejas.
Apuntando a su idea de administrar la conflictividad en el transporte y, eventualmente, hacerse del control de la CGT este año, Moyano se volverá a encontrar con el Papa en el marco del Coloquio Internacional del Transporte, que protagonizará el dirigente de Camioneros y se desarrollará ente el lunes 4 y el martes 5 de marzo.
Después de haber sido recibido por Francisco a fines del año pasado en la Plaza San Pedro, el dirigente gremial debutará en el Congreso como vicepresidente de la Federación Internacional del Transporte -ITF- para América Latina, y coincidirá en Roma con Juan Grabois, un hombre muy cercano al jefe de la iglesia Católica, quien tuvo un gesto con tintes electorales al decidir albergar la cumbre.
El estrecho vínculo entre Pablo Moyano y el Papa ya había sobresalido en octubre pasado, cuando el sindicalismo realizó una misa conjunta en la Basílica de Luján con legisladores de la oposición, intendentes del PJ y los máximos referentes de la iglesia Católica en Argentina, en rechazo a las políticas económicas de Mauricio Macri y bajo el lema “pan, paz y trabajo”.
“El Papa está preocupado por esta desgracia que tenemos como modelo económico, que suma cada vez más pobres y desocupados a través de la inflación. Tenemos una muy buena relación con él”, dijo en aquel momento el camionero, a pesar de que su padre había intentado negar la relación de la marcha con la Santa Sede.
En esta misma línea, agregó: “Sin dudas no se podría haber realizado esta movilización sin la venia de él; fue histórico, muy importante, multitudinaria”.