Elisa Carrió llegó anoche al extremo de lanzar un manto de sospecha sobre el Papa Francisco, al asegurar, sin aportar ninguna precisión, que el ex secretario de Comercio durante el gobierno anterior, Guillermo Moreno, “llevaba dinero (ilegal) a la Santa Sede”.
Al hablar sobre el sistema de las DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación) que rigieron desde 2012 hasta 2015, la diputada denunció que “hubo mucha fuga de dólares, porque con las DJAI se anunciaban importaciones que no venían; sacaban dólares pero la mercadería no venía. El negocio lo manejaba Guillermo Moreno: de ahí el dinero que seguramente Moreno llevó a la Santa Sede”.
Entrevistada por su amigo Joaquín Morales Solá en TN, Carrió opinó que “corresponde el desafuero de Cristina Kirchner”, ya que “está con prisión preventiva”. En ese sentido, apuntó: “Si no lo hace, hay una complicidad del Senado: lo que dice Miguel Pichetto (en cuanto a que no corresponde desaforar a la ex presidenta) está incurriendo en un delito”.
“Limpiar la Argentina no es meter preso a diez funcionarios, sino que es una estructura mafiosa que recorre el país; no solo con la droga sino también con el contrabando”, dijo, al tiempo que apuntó contra “los grupos kirchneristas de la Side que están operando para que no avancen las causas” contra corrupción.
Sobre la conflictiva situación en el seno de Cambiemos cordobés, la legisladora afirmó que “Mario (Negri) es un compañero de ruta por la república, es el que mejor mide y yo creo que ganamos igual. Yo estoy convencida que va a hacer una extraordinaria elección; él es decisivo para la construcción de una república en Argentina”. Y fue más allá: dijo que para la mayoría de los dirigentes del PRO y “para los radicales sanos” el candidato es Negri.