Una de las frases más insólitas de la conferencia de prensa en la que el Gobierno hoy anunció el paquete de medidas económicas, fue dicha por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, cuando muy suelto de cuerpo señaló: “El acuerdo de precios es entre caballeros”.
Dicho en otras palabras, ahora sí la población debería quedarse tranquila, porque las grandes empresas formadoras de precios ahora, de buenas a primeras, dicen que no van a aumentar los valores de sus productos porque, lejos de llegar a un acuerdo, confían en una especie de pacto más digno del siglo 19 que de estos tiempos que corren, en los que la voracidad empresaria por obtener mayores ganancias no tiene descanso, y encima avalados por un Gobierno que mira para otro lado, en nombre de la bendita libertad de mercado.
Los más memoriosos tal vez recuerden aquellas palabras que pronunció Juan Carlos Pugliese, entonces ministro de Economía de Raúl Alfonsín, cuando dijo "Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo". Esa frase fue pronunciada en febero de 1989, durante una corrida cambiaria, en la cual los exportadores no liquidaron sus divisas y agudizaron una crisis que terminaría en una hiperinflación y en la salida adelantada del gobierno radical.