A medida que se acercan las elecciones de octubre, y mientras presenta supuestas soluciones que no son más que parches, al Gobierno no le queda otra que esperar algún milagro. Es que en la Casa Rosada son conscientes de que a quienes votaron a Cambiemos en 2015 y 2017 les está costando cada vez más defender a la administración macrista. En otras palabras, día a día crece el número de los decepcionados con la presidencia de Mauricio Macri.
A manera de ejemplo, la desesperación se apoderó esta última semana de los despachos oficiales, a partir de la circulación de un documento que revela que el llamado “núcleo duro” del oficialismo, es decir, ese grupo de incondicionales que, por convicción o por odio al kirchnerismo están dispuestos a jugarse a fondo por Macri, pasó del 25 % al 18 %.
El hecho es que en un contexto que revela improvisación y falta de brújula para poner un freno a esta brutal crisis, la falta de control de la inflación y el dólar, se tradujo en un fenómeno al menos curioso: hoy por hoy, muchos votantes no kirchneristas empiezan a considerar mejor la gestión económica del anterior gobierno que la del macrismo.
Por eso mismo, no llama la atención que ante un panorama tan negativo para el Gobierno, Macri haya decidido tomar distancia de dos elecciones provinciales claves que se vienen: nada menos que Santa Fe (el próximo domingo) y Córdoba (12 de mayo).
Concretamente, se confirmó que el presidente no participará en la campaña donde el radical José Corral encabeza la boleta de Cambiemos y que, según los sondeos del oficialismo, aparece al menos 10 puntos debajo de sus dos rivales: el Frente Cívico y el panperonismo, destacándose que tanto en Rosario como en Santa Fe, por ejemplo, el panorama es cada vez más sombrío para la alianza gobernante.
En Córdoba, los pronósticos no son mejores: Juan Schiaretti aparece tan arriba en los sondeos, que desde Cambiemos bajó la orden de no difundir sus encuestas para “no asustar”. Y en esa provincia, como si fuera poco, existe el riesgo cierto de que Cambiemos pierda también el control de Córdoba capital.
Mientras tanto, y espantados por la posibilidad de ser arrastrados hacia la derrota por la mala imagen de Macri, en 15 de los 24 distritos del país la marca Cambiemos no será utilizada. Incluso, en varias provincias modificaron el nombre de los frentes que utilizaron en las legislativas de hace dos años, para que no sean identificados con la administración del presidente.
La caída al vacío del sello Cambiemos va de la mano con el pronunciado descenso en la intención de voto presidencial. Por ejemplo según la consultora Inteligencia Analítica, en la provincia de Buenos Aires Macri mide 23,7% (32,9% en 2015); Entre Ríos 29,9% (37,8%); Santa Fe 26,8% (35,3%); Córdoba 34,9% (53,2%) y Mendoza 24% (40,8%).
Si bien en todos los distritos que no van como Cambiemos la intención está implícita, en varias provincias como Córdoba, Salta, Corrientes, Chaco, Tucumán, Tierra del Fuego, Misiones y San Juan la negativa a ser reconocidos como la fuerza que a nivel nacional encabeza Macri, fue expuesta sin miramientos.
Lapidario, el titular de la Convención nacional del radicalismo, Jorge Sappia, lanzó que “Cambiemos prácticamente no existe en las provincias. Sólo figura en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal”.
3 Comentarios
Que desaparezcan como nacieron, mientiendo, fueron y son una mentira. Nunca Más Vuelvan son ineptos y corruptos y ahora mafiosos.
Eso! Que vuelvan los ladrones e ilusionistas que lograron hacer creer a la gente que la solución estaba emitiendo los billetes necesarios para que todos seamos felices.
De este gobierno aprendí que mí estómago tiene C.R.V.A. capacidad de resistencia al vómito adquirida