El acto del día del Ejército en el que el presidente Mauricio Macri se mostró con el fiscal rebelde Carlos Stornelli sigue dando tela que cortar. Es que junto a ellos también estaba sentado en primer fila un personaje central de la trama del espionaje ilegal que investiga el juez Alejo Ramos Padilla: Mario Montoto.
La presencia de Montoto, proveedor de armas y presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, confirma los vínculos del Gobierno con la red de operaciones de inteligencia ilegales y también la impunidad con que se mueven para mostrarse frente a las cámaras y en primera fila.
Según publicó hoy El Destape, la base de operaciones de Montoto -quien tiene un perfil extremadamente bajo- es la empresa Codesur. “Sus negocios giran en torno a cuestiones de Defensa y Seguridad, en especial como nexo con los productos que provienen de Israel. Horacio Verbitsky retrató como “el traficante de parafernalia bélica y de seguridad” y recordó los estrechos vínculos que tienen hace años Montoto y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich”, señala el portal.
Montoto aparece en la investigación que lleva adelante el juez Ramos Padilla debido a los chats entre D’Alessio y Montoto, que constan en el expediente tras las pericias que realizó Prefectura sobre los celulares del espía ilegal. Los intercambios revelan que existe una relación de subordinación, jerárquica, de D’Alessio hacia Montoto.
“Es un espaldarazo para Macri”, dice uno de los mensajes de D’Alessio a Montoto, en un intercambio donde hablan de las operaciones de inteligencia ilegales que montaron en torno al ex directivo de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat, maniobra de la que también participó Stornelli.