Se trató de la derrota más dura que sufrió Mauricio Macri en sus casi veinte años de carrera política. Una carrera que arrancó a principio de siglo, y que ahora parece haber llegado a su fin. Por eso mismo, quienes están cerca del presidente confesaron que ayer, a medida que le iban llegando los datos de la votación en las PASO, por momentos se mostró dolido, y en otros tantos furioso, impotente, no encontrando explicación a lo que dijeron las urnas de manera tan apabullante.
Mientras tanto, alrededor del presidente en las últimas horas empezó a crecer la pregunta: “¿Cómo vamos a hacer para llegar hasta diciembre, así, tan debilitados?”.
Después del discurso de anoche reconociendo que Juntos por el Cambio había hecho una mala elección, y tras mandar a dormir a los argentinos, Macri empezó a dar vueltas como un león enjaulado, confirmando su falta de muñeca política y de reacción ante una adversidad que, evidentemente, no esperaba.
Esta mañana, temprano, convocó a una reunión en Casa Rosada de la que participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris. ¿La idea? Debatir los pasos a seguir tras la demoledora victoria de la fórmula Alberto Fernández / Cristina Kirchner.
Por otro lado, decidió hacer un cambio en su agenda y postergar la reunión de gabinete para esta tarde, tras el cierre de los mercados. Ahí analizará con sus ministros los votos de ayer, el comportamiento de los mercados y también cómo encarará lo que resta de la campaña hasta las elecciones de octubre.
Precisamente, los famosos “mercados” reaccionaron alocadamente, tal como se esperaba, para transmitir la preocupación de los factores de poder ante la derrota de la actual administración. Así, el mercado cambiario abrió la semana bajo una extrema volatilidad y el dólar se disparó a un máximo histórico por encima de los $ 60.
Así, después de la estrepitosa derrota electoral del Gobierno, el débil esquema cambiario se cae a pedazos, por lo que la constante amenaza a los inversores de un falso extremismo por parte del Frente de Todos, la moneda estadounidense salta en su valorización hasta valores inéditos. De esta manera, el equipo económico debilitó el mercado y el movimiento de los especuladores que fugan divisas, golpea fuerte en la cotización.