El empresario Alfredo Coto, dueño de la cadena de supermercados reconoció que tenía armas de fuego pesadas ante un posible evento de saqueos como ocurrió en 2001 y ante la gravedad de la crisis.
En el local de Caballito fueron encontradas 200 granadas, 27 armas de fuego y 3800 municiones, pero el empresario explicó que no se trató de “un arsenal” sino que sólo había “escopetas bien registradas en el Renar”.
Admitió que eran para los empleados de seguridad, ante posibles saqueospor la crisis social. “¿Ustedes no se dan cuenta lo que pasó de 2001 en adelante en el país?”, contestó.
En ese marco, insistió en negar la responsabilidad de la empresa por la muerte de un jubilado que robó dos chocolates, un pedazo de queso y medio litro de aceite. Se justificó diciendo que en los medios se publicaron “versiones tergiversadas”.
“Nadie mató a nadie, averigüen bien lo que pasó”, aseguró.
“¿Vamos a ver todos los errores que pudimos cometer con 19 mil empleados y millones de personas que pueden pasar?”, contestó sobre una consulta sobre el homicidio del jubilado que no pago en el local de San Telmo los alimentos.