“Voy a votar a Alberto Fernández, lo dije siempre. Lo voto por convicción y porque soy peronista. Yo no voto en contra de nadie, de Macri tampoco. Hay que dejar de votar en contra. Yo voté a Macri y me puteo, porque sabía cómo era y lo voté igual. Seguro dentro de seis meses voy a estar puteando si hacen mal las cosas”. Así lo reconoció Jorge Rial, al hablar sobre la actualidad política.
Entrevistado por Luis Novaresio en A24, el conductor opinó que Mauricio Macri “fue un accidente que desperdició una oportunidad histórica. Tal vez por presiones, priorizó que él y sus amigos recuperaran los derechos y bienes que ellos creían haber perdido en los años anteriores”.
En tanto, disparó con munición gruesa contra el jefe de Gabinete: “Acá hubo gente que quiso gobernar por él, un tipo nefasto como Marcos Peña. Es López Rega, lo único que no es brujo. Este país se manejó por whatsapp”, y lo calificó como “criado en un balcón, no tiene calle”, por lo que le recomendó “dos años en la universidad de la militancia”.
Por otra parte, dijo que “nosotros nos deslumbramos con Macri, pensamos que era un capo en la economía y que iba a aprender en la política. Hizo todo al revés: en la política rosqueó bien, pese a que él odiaba la rosca”.
Agregó que “hubo un momento de brillantez de Marcos Peña, que era el CEO del año y hoy no puede ni subirse a un escenario. Después, en economía le pifió a todo. Tuvimos un ministro de Economía que metió cuatro devaluaciones, tendría que estar dando la cara por todo esto”, dijo, con una crítica directa a Nicolás Dujovne.
Continuó con un paralelismo con Chile: “El macrismo es dejar afuera al 35 % de la gente. Quisieron implementar el modelo chileno. Allá explotó. Acá no explotó gracias a los planes sociales”.
Mientras, rescató a María Eugenia Vidal: “Tiene futuro. Le pasó todo demasiado rápido. Fue candidata a gobernadora porque Macri la mandó al sacrificio. Pensaron que le iba a ir mal. Y le fue muy bien. Se tendrá que tomar un tiempo sabático, descansar, y después volver. Le quedó grande la gobernación, pero le podría haber quedado grande a cualquiera. Es casi como la Nación. Y creo que también hubo traiciones. María Eugenia fue traicionada. El único bicho es Larreta, porque sabe cuándo entrar y cuándo salir”.