Un nuevo testigo declaró en el Juzgado de Ramos Padilla comprometiendo más al periodista Daniel Santoro en sus vínculos con Marcelo D’Alessio y las causas de extorsión a empresarios y, por primera vez, aparece comprometido el editor del Diario Clarín, Ricardo Roa.
Claudio Codina declaró en la causa de la red de espionaje ilegal que conducía Marcelo D’Alessio junto a funcionarios del gobierno, de la Justicia y periodistas donde entregó los chats de una charla a Ricardo Roa sobre el accionar del periodista Daniel Santoro, meses antes de concretarse la extorsión.
“Mi amigo está muy caliente. Quiere denunciar a Santoro y al diario por extorsión”, dice en uno de los chat. El amigo es Mario Cifuentes, titular de la empresa OPS y una de las víctimas del espía ilegal Marcelo D’Alessio y su banda. Por su rol en este caso, Santoro fue procesado por el juez Ramos Padilla como partícipe necesario de una extorsión.
Los chat entre Codina y Roa fueron entre abril y septiembre de 2018, lo que demuestra que el diario estaba al tanto de la movida de Santoro junto a D’Alessio. El periodista Franco Mizrahi, de El Destape, muestra los chats que se enviaron Codina y Roa. “Decile a Santoro que no avance con esa causa porque es todo mentira”, le solicitó Codina a Roa, el 8 de septiembre de 2018, en referencia a las notas sobre Cifuentes que estaba armando el periodista que está procesado en Dolores. “También decile a Santoro que Marcelo D’Alessio le vendió carne podrida… le quieren robar la empresa a Mario…”, añadió el mismo día quien fue citado a prestar testimonio a pedido de la querella. Son mensajes que se cruzaron cinco meses después de haber iniciado el contacto por este tema y hasta haberse reunido.
Pero Roa, un periodista un odiador serial del kirchnerismo, respondió en forma contundente: “Hola, Claudio. Quisiera recordarte que Santoro es un editor de larga experiencia en temas judiciales, autor de más de 10 libros, con relaciones de años con muchos jueces y fiscales y ganador de premios importantes por investigaciones sobre la corrupción. También que soy el editor del diario y que mi tarea es organizar y conducir el trabajo de más de 500 periodistas para hacer el mejor periodismo que pueda y no me dedico a pasar mensajes”.
Codina le pidió disculpas al editor de Clarín por haberlo molestado, le explicó que lo hizo “en honor a tantos años de relación” y le resaltó: “Te juro que esta es toda una operación y por eso te pido la posibilidad de juntarnos y que conozcas TODA LA VERDAD”.
El testigo, que se presenta en Twitter como manager general del restaurante La Raya, le pedía al editor del matutino porteño mantener una reunión para profundizar sobre lo que estaba ocurriendo en torno a su amigo. “Me gustaría que podamos almorzar, cenar o aunque sea tomemos un café los tres…cuándo y vos digas”, le llegó a escribir también el 8 de septiembre del año pasado.
En la audiencia de este jueves, que se extendió por más de una hora, se abordaron, entre otras cosas, las maniobras que hubo para quitarle la empresa a Cifuentes. Entre los apellidos que se mencionaron frente al juez Ramos Padilla figuró el de Peña Braun.
El caso de Cifuentes es uno de los investigados en el D’Alessiogate. El empresario es titular de la firma OPS y sufrió distintas presiones por parte de la banda de D’Alessio, que buscaba que se desprendiera de sus activos. Mientras esto sucedía, Santoro publicaba en Clarín y mencionaba en el programa Animales Sueltos, donde era panelista, información sobre Cifuentes y sus empresas que era falsa.
En el procesamiento de Santoro, Ramos Padilla escribió lo siguiente sobre el caso Cifuentes: “D’Alessio, con anticipación de unas horas, le refería al dueño de esa firma OPS que ese día debía ver a Daniel Santoro en el programa ‘Animales Sueltos’, al tiempo que le exigía el pago de un millón doscientos mil dólares y le señalaba que si no pagaba esa suma, ese mismo periodista al que ‘los jueces le tenían más miedo que al Consejo de la Magistratura’ -en propias palabras de D’Alessio- habría de publicar en el diario de mayor tirada del país una nota que lo perjudicaría, como efectivamente ocurrió”.
El día que D’Alessio le dijo a Cifuentes que sintonice el programa que se emite por el canal América, desde la mesa de Animales Sueltos, Santoro estaba hablando del Lava Jato y un tríplex que se le adjudicaba al expresidente de Brasil, Luis Inacio “Lula” Da Silva, y en lugar mencionar a la constructora brasileña OAS cambió una letra e hizo referencia a OPS, curiosamente, la firma de Cifuentes. Lo hizo en más de una ocasión.