El gobierno de Mauricio Macri es el responsable de las convocatorias formales a los jefes de Estado y gobiernos de la región para la ceremonia de traspaso de mando del 10 de diciembre, tal como marca la tradición. Ayer empezó a circular con fuerza en los pasillos de la Cancillería que el ministro Jorge Faurie invitaría a la mandataria de facto de Bolivia, Janine Añez, pese a la posición del presidente electo Alberto Fernández.
Desde Bolivia, presionan al gobierno de Mauricio Macri para ser reconocidos, incluso la golpista afirmó que “si bien no compartimos ideología con Alberto Fernández, tenemos mucha relación con Argentina, ambos países nos necesitamos”.
Mientras, Macri quiere “invitarla”, el presidente electo afirmó que le gustaría que Evo Morales participe de su asunción, por lo cual esperan que no se produzca la provocación de invitar a un golpista.