Por Alfredo Silletta. Más allá que lograron ponerle piedras en el camino a Axel Kicillof para aprobar la Ley Impositiva, en Juntos por el Cambio hoy pelean duramente para quedarse con el control de la oposición. La discusión, por ahora, no la hacen en el territorio sino desde París, Punta del Este y Pinamar. María Eugenia Vidal, Emilio Monzó, Jorge Macri, Cristian Ritondo, Gustavo Posse y hasta Esteban Bullrich sueñan con conducir la oposición al Frente de Todos.
María Eugenia Vidal, con novio nuevo, decidió cerrar rápido la Ley de Emergencia con Kicillof, y partió hacia París a disfrutar de Montmartre, Champs Elysées o quizás visitar el Moulin Rouge. Prometió al oficialismo que controlaba la oposición pero no fue así. Los intendentes de Cambiemos, especialmente Jorge Macri, quien aspira a la Gobernación, le rebotó los acuerdos con el gobierno provincial y la gestión Kicillof tuvo que sentarse a negociar con él.
Cristian Ritondo, que hoy todavía aparece como un aliado de Vidal, armó su cuartel general en Punta del Este y desde allí organizó la tropa, tanto en la provincia, como en la Cámara de Diputados donde fue elegido presidente de Juntos por el Cambio. Son días que se resuelven las presidencias de las Comisiones y ello puede implicarte más fugas al bloque. Por ahora no habló de la interna bonaerense pero avisó que aspira a la gobernación, y por ahora solo tuiteo por Venezuela.
Jorge Macri, intendente de Vicente López, es quien mejor relación tiene con Mauricio y se perfila en liderar el sector más duro en la provincia, pero habla con todos, incluido Emilio Monzó. Por ahora el intendente no logró convertirse en el líder de los jefes comunales. Néstor Grindetti (Lanús) o Diego Valenzuela (Tres de Febrero) no están convencido de ir ya a la lucha total con el gobierno. Ellos, a diferencia de Vicente López, necesitan de los fondos de Provincia para gestionar. Julio Garró, por ahora mira y espera, y no tomará partido por ningún sector.
Emilio Monzó, es hoy otro de los dirigentes más enfrentados a Vidal. Armó un bloque de 5 legisladores en Diputados junto a Gustavo Posse, intendente de San Isidro, y se han comprometido a acordar con el oficialismo en temas fundamentales para la gestión. El ex presidente de la Cámara de Diputados rompió definitivamente con Macri y con Vidal –que lo dejo afuera en todas las listas de provincia-, y comenzó a recorrer el territorio. Monzó afirmó que hay que escuchar a los bonaerenses, activar el dialogo, para trabajar mancomunadamente en sacar a la provincia de la profunda crisis que vive. Un palo a la ex gobernadora que la gestionó en los últimos cuatro años. Igual ayer el bloque decidió votar en contra de la Ley Impositiva.
Otro de los dirigentes que están muy activos por estas horas, es el diputado nacional Pablo Torello. Decidió quedarse a veranear en Pinamar y esta trabajando en forma muy activa con los sectores más golpistas del campo que ya protagonizaron el tractorazo en Pergamino. El, junto al legislador provincial Luciano Bugallo y los legisladores de la Coalición Cívica, están decididos a que el campo protagonice una nueva 125.
Mientras definen quién liderará el PRO en la Provincia de Buenos Aires, el socio mayor de Juntos por el Cambio es el radicalismo. Durante cuatro años fueron los convidados de piedra, con un vicegobernador como Daniel Salvador que jamás se le plantó a la ex gobernadora. Ya hay ruido en el radicalismo sobre qué rol jugar y en las últimas semanas aparecieron varios intendentes a plantear que había que acordar la Ley Impositiva ya que los fondos de la recaudación son fundamentales para la gestión. Incluso muchos empiezan a escuchar con atención de Ricardo Alfonsín, muy crítico de la alianza con el macrismo.
Más allá de quién liderará al PRO, ayer demostraron que todos los sectores, incluidos los radicales, trabajan como lo hicieron en los últimos cuatro años para defender a los sectores más concentrados. Nunca se interesaron por los pobres o la clase media, solo los poderosos. Ayer con la aprobación de la Ley Impositiva solo beneficiaron a los grandes propietarios, a los importadores y exportadores y a los operadores de cable, o sea al Grupo Clarín.
Los bonaerenses votaron masivamente al Frente de Todos en las pasadas elecciones para cambiar la realidad de miseria, hambre, falta de trabajo y cierre de empresas que dejo cuatro años de Cambiemos. Habrá menos dinero en la recaudación pero las prioridades son las mismas. “A remangarse y a estar con los que más lo necesitan”, dijo anoche el gobernador Kicillof a su circulo más cercano.