En el despacho del recientemente fallecido juez Claudio Bonadio, se destacaba un cuadro que no hace más que exteriorizar el odio y la obsesión que sentía el magistrado por Cristina Kirchner.
El cuadro en cuestión es una ilustración del caricaturista Hermenegildo Sábat donde se observa a la vicepresidenta apoyar su mano, con un dedo acusador sobre el cuerpo del juez, que aparece durmiendo en su cama.
Ese dibujo se ubicaba en el despacho, enmarcado frente al sillón de Bonadio.