El director y periodista de la Agencia El Vigía enterró veinte mil metros bajo tierra al operador ultramarista, gravemente comprometido en el espionaje ilegal y se burló de sus continuos tics que al parecer según Dante, anoche desaparecieron como por arte de magia.
Sarcástico, Foresi no se privó de describirlo y lo atribuyó a que el agente Pirincho estaba “empastillado”