La empresa de energía eléctrica Edesur, que presta servicios eléctricos en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, sigue sin dar respuesta a las demandas de inversión que le exigen tanto los gobiernos nacional, provincial e intendentes para evitar los cortes de luz que, en estas últimas semanas, se estuvieron intensificando. A pesar de que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) la multó con 100 millones, y de que la empresa ha obtenido ganancias por 12.600 millones de pesos durante el último año del gobierno macrista, todavía no ha presentado ningún plan de obra para revertir esa situación.
Durante el mes de julio hubo reiterados cortes de luz en distintos municipios de la provincia de Buenos Aires, por esta razón, ante las protestas generalizadas de los vecinos, y a las que también se sumaron la de los intendentes de Avellaneda, Lomas de Zamora, Quilmes, Esteban Echeverría, Almirante Brown, Cañuelas y Berazategui, entre otros, el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof, a través del ENRE que ya la multó por sumas millonarias, exigió a Edesur que presente un plan de inversión para realizar las obras que le corresponden y así solucionar los problemas de suministro que vienen afectando a los usuarios desde hace años.
Desde la empresa se defendieron argumentando que, durante el 2019, se hicieron inversiones por 11.000 millones de pesos para fortalecer las redes de baja, media y alta tensión con el fin de mejorar la calidad del servicio, pero que, al estar tanto tiempo congeladas las tarifas, algo que el Gobierno mantendrá por lo menos hasta fin de año, la situación financiera de la empresa se ve perjudicada, impidiendo una mayor inversión.
Esta respuesta es un tanto sorprendente, si se recuerda que, durante los últimos cuatro años, con la excusa de ofrecer un mejor servicio y evitar los habituales cortes de luz, tanto Edesur como Edenor se beneficiaron gracias al gobierno de Mauricio Macri que avaló aumentos en las tarifas, ajustándolas de acuerdo con la inflación y por los que, entre el 2016 y el 2018, llegaron a acrecentar sus ingresos por encima del 1000 por ciento. Sin embargo, esos altos costos que debían pagar los usuarios nunca se vieron reflejados en la calidad del servicio prestado.
Según datos de la Comisión Nacional de Valores y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en el 2019 Edesur ha obtenido una ganancia de 12.600 millones de pesos, lo que significa un crecimiento del 168% con respecto al año anterior y, de acuerdo con información suministrada por el Ministerio de Economía, en lo que transcurrió del año 2020, habría recibido alrededor de 116.000 millones en subsidios del Estado.
No obstante, la empresa Edesur que, junto con Edenor, fue subsidiada por el gobierno kirchnerista durante doce años y que no se ocupó de hacer las obras necesarias para mejorar el lamentable servicio que todavía siguen padeciendo los usuarios, afirma que no es verdad que estén obteniendo ganancias ya que, por la cuarentena, bajó la demanda eléctrica y muchos usuarios han dejado de pagar sus facturas, aun cuando ese bache ya ha sido cubierto por el Gobierno nacional.
Ante la situación actual, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, expresó su total apoyo a los intendentes y manifestó que el Gobierno no se encuentra satisfecho con lo que ofrece la empresa, ya que “necesitamos que invierta y dé un servicio de calidad acorde a lo que se está pagando”.
Lo curioso de todo esto es que estas empresas, que están obligadas a prestar el servicio eléctrico, justifican su falta de inversión en estos momentos de pandemia, y todavía no explican por qué no cumplieron con lo que debían hacer, no solo durante los doce años del kirchnerismo, sino, durante los últimos cuatro años del macrismo, en los que obtuvieron muchas más ganancias debido a los exorbitantes aumentos tarifarios, además de los subsidios recibidos.
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