A pesar del coronavirus, el Gobierno asegura que habrá temporada turística en el verano, pero para ello, se deberá seguir con los protocolos obligatorios que garanticen que los turistas puedan vacacionar sin riesgos. De esta manera, se intenta reactivar un sector que en los últimos meses sufrió una importante caída económica, no solo en la Argentina, sino también, en la mayoría de los países del mundo. Los protocolos, que ya se están trabajando con las provincias, se aplicarán en los sectores de gastronomía, hotelería, agencias de viajes, enoturismo, turismo rural y turismo de reuniones.
Desde que comenzó la pandemia por COVID-19, el sector turístico ha sufrido una gran crisis económica debido a las restricciones implementadas para evitar la propagación del virus y, aunque el Gobierno Nacional ha dispuesto distintas medidas para paliar la situación, como la entrega de subsidios para las pequeñas y medianas empresas por el plazo de seis meses y el pago del 50 por ciento del salario para, por lo menos, 200.000 empleados, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) afirma que el sector ha perdido más de 77.000 millones de pesos desde marzo a la fecha.
Aunque para algunos existen dudas respecto de si habrá o no temporada de verano, dado que en algunas localidades de la costa Atlántica aparecieron nuevos contagios, el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, confirmó que se llevará a cabo, siempre y cuando se respeten los protocolos establecidos.
Con respecto a esto, la secretaria de Promoción Turística del Ministerio de Turismo y Deportes, Yanina Martínez, señaló que ya se está trabajando en ese sentido con las diferentes regiones del país, tanto en el sector privado como en el público.
Indiscutiblemente, esta situación no es exclusiva de la Argentina ya que la pandemia ha afectado a los países de Europa con nefastas consecuencias para el sector turístico, así lo señaló el secretario general de la Naciones Unidas, Antonio Guterres, cuando afirmó que “el mundo afronta en estos momentos las devastadoras consecuencias de la pandemia de COVID-19 y el sector turístico se encuentra entre los más gravemente afectados. Los viajes han disminuido, el miedo ha aumentado, y el futuro es incierto”.
Pese a este contexto desalentador, gran parte de Europa decidió abrirse al turismo con la implementación de protocolos sanitarios que apuntaran a minimizar los riesgos y a generar la confianza en los viajeros. Sin embargo, con la prohibición del ingreso para aquellos habitantes de países que presenten altos índices de contagio, como Estados Unidos, Rusia, México, Chile o la Argentina.
Allí, con el fin de ayudar a los estados miembros a recuperarse, además de la asistencia económica, el turismo ha recibido un gran impulso a partir de las distintas medidas y recomendaciones que impartió la Comisión Europea para permitir la apertura de hoteles y el ingreso de turistas.
De este modo, se desarrolló un enfoque común que incluyó el establecimiento de lugares seguros para la libre circulación, la eliminación de las restricciones en las fronteras de forma gradual y controlada, medidas de salud para implementar en los hoteles, el restablecimiento del transporte, en el que se dispuso el control en la cantidad de pasajeros y, para hacer más atractivas las ofertas turísticas y generar mayor confianza, la opción de que las agencias puedan emitir vouchers en los casos de rebrotes.
Siguiendo con esta línea, que busca recuperar el turismo, el Gobierno argentino que también piensa implementar un programa de preventa turística, invirtiendo dinero del Tesoro Nacional, y que contempla la devolución del 50 por ciento del gasto para los que compren antes del 31 de diciembre, ya analiza las medidas y restricciones que se implementarán para reabrir las actividades del sector. Entre las principales se encuentran:
-Con respecto a los alojamientos turísticos y los establecimientos gastronómicos, el personal deberá usar tapabocas mientras tenga contacto con los huéspedes y, cuando sea necesario, se tendrán que colocar paneles de vidrio como barreras, también, para evitar la aglomeración de gente, la circulación en los pasillos será en un solo sentido, por lo que deberán incluir señalética para indicarlo. Para gestionar las reservas se aconseja digitalizar el check-in y el check-out y las llaves deberán depositarse en un buzón para luego ser desinfectadas. Por otro lado, el ingreso en las piscinas y los gimnasios estará prohibido.
-Lo que tiene que ver con los alimentos, para impedir la manipulación se recomienda que el desayuno se sirva en las habitaciones, en las que también se podrá disponer de cafeteras, otra sugerencia es que se implemente la modalidad take away o se brinde un turno para ir al salón.
-De igual forma, las agencias de viajes deberán garantizar el aislamiento social obligatorio, desinfectar todas las áreas de atención al público y promover el uso de canales electrónicos
-En cuanto al turismo rural, deberán planificar un cronograma de visitas y establecer una capacidad máxima de ocupación del lugar, así, como también, impedir que los turistas realicen recorridos por su cuenta y, para aquellas actividades que requieran de distintos elementos como monturas o lomeras deberán procurar que las cubiertas sean de algún material que permita su desinfección.
-El turismo de reuniones, para el que se exige un distanciamiento social, deberá contar con un control en la cantidad de los participantes y se les pedirá un auto escaneo y la presentación de una credencial para verificar que ninguno presenta síntomas de COVID-19. Además, se sugiere que se establezcan elementos de sanitización gratuitos en los puntos de las entradas y las salidas de los edificios.
-Finalmente, para el enoturismo se propone asegurar la mínima manipulación de las copas por parte de los turistas y la posibilidad de que se la lleven una vez finalizado el recorrido, por otro lado, se pide que se evite la aglomeración de gente, para lo que sugieren un sentido único de recorrido y así prevenir cruces.
Si bien tanto desde el Gobierno como desde el sector turístico admiten que hasta que no exista una vacuna la temporada veraniega será diferente de otras, Lammens se muestra esperanzado, así lo expresó en un reportaje al diario La Capital de Mar del Plata: “Ha sido un año durísimo en términos económicos y de cansancio psicológico. Yo creo que vamos a tener una muy buena temporada. Ojalá que la situación sanitaria nos acompañe. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo enorme para que así sea y también somos muy estrictos en el cumplimiento de los protocolos”.