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21 noviembre, 2024
PAÍS

Caen dos mentiras: la tragedia de Once no fue como dijeron, y Aníbal no era “La Morsa”

Casi de manera simultánea, en las últimas horas salió a la luz la verdad tardía, en ambos casos, aunque verdad al fin de cuentas, sobre dos hechos que se convirtieron en piezas claves en sendas campañas sucias montadas por el macrismo, y que sin lugar a dudas resultaron determinantes para triunfar en los comicios legislativos de 2013 y en las elecciones que dos años después llevaron a María Eugenia Vidal a la gobernación bonaerense y a Mauricio Macri a la presidencia.

Se trata de la llamada Tragedia de Once, de febrero de 2012, y de aquella estigmatización de Aníbal Fernández, entonces candidato a gobernador de la Provincia, a una semana de los comicios, a quien sindicaban como “La Morsa”, y los medios los mostraban como sospechoso del tráfico de efedrina y de un triple crimen, lo que fue decisivo para que perdiera la elección en manos de la postulante de Macri.

Sin embargo, ahora se confirma que el freno de emergencia de la locomotora que se estrelló en Once fue desactivado por el maquinista, y que “La Morsa” no era Aníbal, sino un agente de la ex SIDE.

La defensa de Marcos Córdoba, el maquinista que conducía la formación del tren Sarmiento que desencadenó en la denominada “Tragedia de Once”, presentó un escrito en el que reconoce haber anulado el dispositivo de freno. En el escrito, Córdoba afirma: “Yo tengo responsabilidad, anulé el dispositivo, pero no lo hice a propósito, nunca imaginé que algo así iba a ocurrir”.

El abogado Gregorio Dalbon publicó en las redes sociales un extracto de las pericias psicológicas de Córdoba, condenado por la tragedia ferroviaria de Once en 2015, y resaltó que el motorman reconoce haber desconectado el “freno de hombre-muerto”.

En diálogo con “Mañana Sylvestre”, por Radio 10, Dalbon consideró que “las muertes del día 22 de febrero del 2012 le corresponden a quien desconectó el dispositivo, Marcos Córdoba”. Y agregó:”No se le pueden cargar las muertes a ningún funcionario publico ni a ningún empresario”, ya que “si Córdoba no hubiera anulado ese freno, el hecho no se hubiera producido”.

En febrero se cumplieron ocho años del hecho que terminó con 52 fallecidos y más de 600 heridos, en la terminal porteña de la Línea Sarmiento. Familiares de las víctimas volvieron entonces a reclamar “justicia” y que las 21 condenas sean ratificadas por la Corte Suprema.

“¡Córdoba dijo que fue responsable y desconectó el freno! Todo nulo. ¡Llegó la verdad!”, sostuvo Dalbon en su publicación en las redes.

El extracto de la declaración de Córdoba surge de la presentación hecha por su abogada, Valeria Corbacho, ante la Cámara de Ejecución Penal para solicitar la libertad condicional del motorman, quien fuen condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF) 2 a 3 años y seis meses en diciembre de 2015, y luego su pena fue reducida por Casación en mayo de 2018.

De este modo, según los dichos del maquinista, la conclusion que se desprende es que el tren no chocó por falta de frenos, como fue la acusación contra los funcionarios tras la tragedia ferroviaria.

Por otra parte, y aunque sin un título que diga “Aníbal Fernández no era ‘La Morsa'”, el diario Clarín tuvo que reconocer que fue todo una operación y una interna de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Casi sobre el final de un artículo titulado “‘Flor de Acero: un operativo armado con 44 kilos de cocaína, espías y un ex Titanes en el Ring”, el diario le dedicó una línea: “Numerosas fuentes sostienen que Julio César Pose es “La Morsa”, apodo que se le atribuyó a Aníbal Fernández para incriminarlo en el tráfico de efedrina. Cuando finalmente declaró en la causa admitió su relación con el agente Staples, pero trató de que lo vieran como una especie de agente encubierto”.

Hasta el propio presidente se hizo eco de la desmentida en las últimas horas. Desde su cuenta en Twitter, Alberto Fernández escribió: “En Argentina parte de la justicia, de la política y de los medios acordaron difamar y perseguir opositores. Cuando sus mentiras caen los mismos que hacían eso se corrigen como al pasar. Resulta que @FernandezAnibal no era “la Morsa”. En fin…”.

Faltando una semana para las elecciones a gobernador de 2015, Aníbal debió ir a las urnas enfrentando las acusaciones mediáticas, todo a pesar de que las incriminaciones provenían de un preso y un ex policía sentado en el living de Elisa Carrió, y que Jorge Lanata se encargó de presentar en su programa, mientras Clarín y la prensa hegemónica se hacía eco de tal falsedad.

Martín Lanatta, condenado por el triple crimen de General Rodríguez, lanzó afirmaciones que luego su abogado desmintió, y el otro, José Luis Salerno, que se desdijo en la Justicia. Una operación sucia para ir contra un candidato político.

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