El gobernador Axel Kicillof se reunió ayer con cien intendentes y el comité de expertos para analizar la etapa de la cuarentena que arrancará el lunes y que podría ser la última, de cara a la nueva normalidad que el mandatario ya planifica para octubre.
Como en cada encuentro previo a definir cómo sigue el aislamiento por la pandemia, el mandatario analizó la curva de contagios, la ocupación de camas de terapia intensiva y la tasa de letalidad con su gabinete, los jefes comunales y los especialistas que lo asesoran. En el AMBA la situación sigue estable aunque en una “meseta alta de casos”, mientras que el interior es el más complicado.
Kicillof explicó que los casos de COVID-19 que antes se concentraban en el AMBA ahora “avanzaron hacia el interior del país y de nuestra provincia” y agregó que “aunque no hay un colapso del sistema, la situación es muy frágil, y hoy nos toca cuidar a los vecinos y vecinas para evitar más contagios”. “Estoy seguro de que el camino de trabajo coordinado que venimos recorriendo contribuye a que la enfermedad no haya desbordado nuestro sistema de salud”, aseguró.
La idea del Ejecutivo es continuar con el aislamiento en los distritos del AMBA pero autorizar algunas actividades puntuales, hasta ahora no permitidas en Fase 3, a pedido de los intendentes como la construcción privada y las visitas a los cementerios. Esas son dos de los pedidos que se repiten entre los jefes comunales del oficialismo y la oposición. No pasaría lo mismo con la gastronomía y el sistema take away plus (con mesas y sillas al aire libre) que implementó CABA, ni con los gimnasios o las reuniones sociales.
La situación sigue siendo frágil, pero también es cierto que la cuarentena ya perdió efectividad como herramienta contra los contagios. Es por eso que en el gobierno de Kicillof analizan salir del aislamiento para pasar a la etapa de distanciamiento con protocolos, si la curva de contagios sigue desacelerándose en el Conurbano. Esto ocurriría en 15 ó 20 días, ya en octubre, siempre y cuando se den las condiciones.
El viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, sostuvo ayer que “en este momento, por primera vez hay condiciones para que empiecen a bajar (los casos) en el AMBA”, mientras indicó que “en el interior está más complicado”.
El funcionario advirtió que la situación epidemiológica está “estable, con un poquito de mejora en el AMBA, y con más casos en el interior pero no está descendido totalmente”, por lo que consideró necesario esperar que se estabilicen “esas mejoras”.
En tanto, los expertos advirtieron que “se está transitando una meseta en niveles muy altos” y que la “naturalización de la enfermedad no es positiva porque lleva a disminuir los cuidados”. En este sentido, destacaron la necesidad de que “la ciudadanía tenga conductas más responsables para evitar un aumento de contagios”.