Mientras los medios dominantes hablan de la “maravillosa” Vidal, posible candidata por CABA o por Provincia o quizás candidata presidencial en 2023, la realidad es totalmente diferente. En la reciente encuesta realizada por Analogías, consultados por la gestión de la ex gobernadora con relación a la seguridad, en un 57% consideraron que fue muy mala.
María Eugenia Vidal, más allá que no tomará decisiones por estas horas, sabe que no hay demasiadas chances para ser candidata a legisladora por la provincia de Buenos Aires el próximo año.
Ser candidata en Provincia implica que deberá compartir boleta con Elisa Carrió y Miguel Ángel Pichetto, dos personajes que tiraran munición gruesa en la campaña, alejándola de su perfil moderado. Más allá de eso encabezar la lista implicará que el Frente de Todos le recordará su pésima gestión. Su fracaso en materia de seguridad, el gigantesco endeudamiento en dólares, el no inaugurar hospitales terminados, el maltrato a los docentes, la muerte de Sandra y Rubén y las graves denuncias sobre espionaje ilegal a opositores.
Y como si fuera poco, sabe que el intendente Jorge Macri ya avisó que quiere ser el candidato a gobernador, lo mismo aviso Emilio Monzó, por lo cual no es seguro que esos dirigentes se comprometan demasiado con ella.
En cambio, en CABA se siente cómoda, siente el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta, su amigo y jefe político. Ella sabe que sería mucho más cómodo encabezar la lista en la ciudad y que cumpliría con las necesidades de su jefe porteño. En primer lugar frenaría las ambiciones de Martín Lousteau para ser jefe de gobierno porteño y sería un tapón a las ambiciones de Patricia Bullrich. Además, ningún opositor le recordaría su mala gestión.
Una buena elección en el 2021 le abre las puertas para suceder a Rodríguez Larreta e incluso para encabezar o integrar la lista presencial de 2023. O en definitiva volver a la provincia para pelear por la gobernación nuevamente.
Quedarse en CABA le da argumentos personales, como que sus hijos ya están estudiando en la ciudad, que su pareja vive también en capital y como dijo los otros días en una entrevista sobre que prefiere para competir: “Es como elegir entre la familia de origen y la que una forma cuando se casa”.
Hoy la balanza se inclina que jugara sus fichas en la Capital Federal, pero la última palabra la tendrá Rodríguez Larreta. El analiza cómo ubicará las piezas del tablero de ajedrez para llegar lo más cómodo a la partida de 2023. Vidal es su dama y no es una pieza menor en la estrategia pero, a veces, también es necesario entregarla para ganar una partida.