Después de analizarlo durante las últimas dos semanas, Alberto Fernández finalmente dio el visto bueno para que el 17 de octubre, el Día de la Lealtad peronista, se salga de la virtualidad y se lleve adelante una movilización. El objetivo es contrarrestar la seguidilla de marchas opositoras protagonizadas por los macristas y anticuarentena, para pasar a la acción con el fin de respaldar al gobierno del Frente de Todos.
Cerca del presidente cuentan que no pasa un día sin que algún gobernador, intendente o dirigente sindical o social le pida que los habilite “aunque sea por un día” para hacer una gran movilización. “Ven los actos contra el Gobierno y no pueden creer que nosotros sigamos quietos. Hay tantas ganas de salir a la calle que, si decidiéramos movilizar, ponemos un millón y medio de personas sobre la 9 de Julio; los nuestros quieren ir a respaldar lo que estamos haciendo en estas condiciones, mucho peores que las jamás imaginadas”, aseguran.
Sin embargo, por lo que hasta ahora trascendió, se apunta a que en virtud de que estamos en el pico de contagios y muertes por la pandemia, la marcha, que tendrá el respaldo activo de la Casa Rosada, no será importante en cuanto a cantidad de gente en las calles.
“Somos los que decimos que hay que quedarse en casa, por lo tanto, será una movilización con distanciamiento, tecnología y un gran despliegue en redes sociales”, anticiparon. Y muy probablemente estará centrada en Plaza de Mayo, pero será replicada en muchas plazas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires y de muchas plazas del país donde la pandemia esté controlada.
“De lo que se trata es de hacer algo distinto, que nos permita estar en la calle sin poner en peligro la salud, sacándonos las ganas de expresar el respaldo al Frente de Todos que está en el Gobierno y de un modo creativo y controlable, lo que no es posible de garantizar si movilizamos con todo”, explicaron en Casa Rosada.
Justamente, la marcha se transformó en tendencia en Twitter, y entre los muchos respaldos a la movilización, no faltan las críticas brutales lanzadas por el ejército de los trolls macristas, que ahora ponen el grito en el cielo y no hacen más que revelar la preocupación y el temor que les genera el pueblo peronista en las calles.
Y es tanta la hipocresía, que ahora, los mismos medios que impulsaron y fogonearon a los anticuarentena a salir a la calle en cada una de las últimas fiestas patria, ahora se preocupan sobre los efectos de contagio que puede tener una marcha el 17 de octubre.
Este guiño del presidente de realizar una movilización coincide con la propuesta de la CGT, que impulsa “una celebración peronista” para el 17 de octubre aunque más cautos: sin marcha en las calles pero con un acto en el edificio de la calle Azopardo 802.
Desde la central obrera explicaron que el acto se realizará bajo la modalidad presencial/virtual para que concurran o participen vía Zoom gobernadores, legisladores, intendentes y trabajadores.
Los dirigentes consultados reconocieron que el consejo directivo cegetista invitará a la conmemoración al Jefe de Estado, y adelantaron que Fernández decidirá “si participa y, de hacerlo, si lo hace presencial o virtualmente”.
“La idea es realizar un gran acto conmemorativo de la gesta que liberó al coronel Juan Domingo Perón de su encierro en la isla Martín García, en 1945, que partió en dos la historia argentina y permitió incorporar a los trabajadores al libro entonces en blanco de la evolución política”, señalaron.
El 21 de agosto último, INFO 135 ya anticipaba que las bases y la dirigencia media del Frente de Todos están decididas a salir a las calles para defender al gobierno, y ya se pensaba en el 17 de octubre.
En caso de que la pandemia no haya aflojado para mediados del mes próximo, ya se analiza otra fecha histórica: el 17 de noviembre, el día que Juan Domingo Perón volvió al país luego de 17 años de exilio. Aquel día histórico se convirtió en el Día de la Militancia para recordar a los millones de argentinos que resistieron, padecieron cárcel y fueron asesinados por defender el derecho a voto y el regreso de Perón a la Argentina.