Tal vez por inesperada es que resultó más contundente, y sobre todo por el marco elegido para reflotar un tema tan sensible para algunas corporaciones, empezando por el Grupo Clarín: hoy Alberto Fernández, en su discurso en el coloquio de IDEA, reflotó la trascendencia de aquel decreto de hace casi dos meses, cuando dispuso convertir a la telefonía celular, a la televisión por cable y a Internet en servicios públicos.
El presidente justificó esa determinación en el hecho de que “en la Argentina hay 65 millones de celulares y 44 millones de habitantes. ¿No les parece que es un servicio público?”, preguntó, e hizo la misma comparación con la televisión paga, servicio que llega al 80 % de los hogares del país.
Seguido atentamente por miles de empresarios, en el marco de la inauguración del foro anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que en esta oportunidad y por la pandemia se desarrolla hasta el jueves de manera virtual, el presidente se refirió a Internet, a la que definió como “la biblioteca del ciudadano. Es el lugar donde los chicos van a buscar el conocimiento. ¿A ustedes les parece que eso no es un servicio público?”, volvió a interpelar.
Al respecto, enfatizó que “buscamos garantizar condiciones mínimas de servicio por la dimensión que el servicio ha tomado, pero también porque lo hicimos pensando para promover la competencia en un sector que hace muchos años perdió la competencia. No hablo tanto de los celulares. Pero sí de Internet y de la televisión por cable. La competencia se ha perdido en Internet y en la TV por cable, porque algunos sectores tuvieron ventajas que otros no tuvieron”.
Estas palabras fueron interpretadas como un claro tiro por elevación dirigido al Grupo Clarín, por su posición dominante en el mercado de la TV por cable, la telefonía celular e Internet, a través de lo que significó la fusión entre Telecom y Cablevisión, además de contar con Personal.
“No tengo interés que en la reglamentación se establezcan normas que desalienten el desarrollo tecnológico, porque es un sector en permanente cambio”, apuntó.
E insistió, luego, en la necesidad de alcanzar a la población con servicios mínimos. “Queremos que lleguen servicios mínimos a precios accesibles para quienes los consumen, y que de ahí en más compitan los que tengan que competir en un mercado abierto, en un mercado competitivo”, enfatizó.
Seguidamente, Alberto aclaró que “nadie acá ha tomado esta medida para complicar a nadie. Hemos tomado la medida para un mercado que por cuestiones políticas, por decisiones políticas estuvo cerrado y protegido. Un capitalismo sin mercado es para unos pocos y perjudica a muchos. Y yo no creo en ese capitalismo. Creo en un capitalismo donde la competencia exista. Con estas ideas estamos seguros que podremos pensar en otra Argentina”, indicó, al cerrar su alusión al sector de las telecomunicaciones.
El decreto 690 del 21 de agosto último que congeló los precios de la telefonía fija y móvil, de Internet, y de la televisión paga y que convirtió a estos últimos tres en servicio público se encuentra en fase de reglamentación. Se estima que debería estar listo antes de que finalice este año por cuanto el congelamiento de las tarifaas se fijó hasta el 31 de diciembre, y los funcionarios del área vienen asegurando que se tiene que buscar una salida a esta situación a partir del 1° de enero.
Este decreto es rechazado por las empresas del sector, sobre todo por el conglomerado que lidera Héctor Magnetto, porque argumentan que tanto desde las empresas como desde el Gobierno se había establecido un canal de diálogo para discutir diversas cuestiones que, con esta decisión, quedó afectado.
Si bien admitieron la necesidad de que los precios continuaran inamovibles teniendo en cuenta la profundización de la crisis producida por la pandemia, y las fabulosas ganancias obtenidas en los últimos años, consideraron que el cambio de status impactará de manera negativa el desarrollo futuro del sector.