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La Plata
22 noviembre, 2024
"SIN RED"

Lopérfido, negacionista y reivinicador del terrorismo de Estado, denuncia a Dady Brieva por “incitación a la violencia”

Darío Lopérfido, el negacionista sobre la tragedia de los desaparecidos en el país, se rasgó las vestiduras y pretende mostrar un no creíble costado humano, al denunciar a Dady Brieva por sus dichos contra los manifestantes que participaron de la última marcha de los odiadores el lunes último

En representación de su inexistente espacio político llamado “Mejorar”, el ex ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires presentó una denuncia penal contra el humorista, y solicitó “que se abra una investigación para determinar si Brieva incurrió en el delito de incitación a la violencia”.

Lopérfido compartió la denuncia junto al titular del espacio, Yamil Santoro y el vicepresidente segundo, Javier Romano, contra el actor. En el escrito de tres carillas, los denunciantes solicitan a la justicia que se lo investigue por incitación a la violencia, delito tipificado en artículo 212 del Código Penal, y que prevé una pena de tres a seis años de prisión.

Después de la marcha del lunes, Brieva abrió su programa radio El Destape para referirse a los odiadores que participaron de la protesta “Dan ganas de agarrar un camión y jugar al bowling por la 9 de Julio, no te das una idea”.

En enero de 2016, recién asumido como ministro de Cultura de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, Lopérfido puso en duda el número de víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar, al afirmar que “en Argentina no hubo 30 mil desaparecidos”. Para él, esa cifra “se arregló en una mesa cerrada” para “conseguir subsdidios”, lo que generó una ola de repudios de todo el arco político, menos desde el macrismo.

Y tres años después, para que no queden dudas, declaró: “No me arrepiento de aquellos dichos. ¿Por qué me voy a arrepentir de algo que es verdad?”. Y argumentó que no tenía que pedir disculpas por sus declaraciones porque en su momento manifestó “algo que dice mucha gente”.

Los nefastos dichos derivaron en que fuera removido de su cargo, pero sin embargo el gobierno nacional lo premió designándolo como agregado cultural en la embajada argentina en Alemania, cargo por el cual cobraba la nada despreciable cifra de 2 millones y medio de pesos por año.

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