El columnista supuestamente humorístico de Clarín, Alejandro Borensztein, hoy dispara con su odio habitual disfrazado de sarcasmo, contra el flamante Observatorio de Medios “Nodio”, el que, según él, se encargará de tomar medidas cuando aparezcan noaticias “que por algún motivo no le gusten a la Vicepresidenta, que es de lo único que se trata la Argentina de hoy en día”.
En su columna de este domingo señala, con la acostumbrada mala fe que lo caracteriza, que el Observatorio en cuestión estará conformado por “una banda de militantes kirchneristas”, y que “por lo menos, si van a armar una estructura gubernamental para censurar, deberían agregar figuras de otros ámbitos para disimular un poco y para que el organismo no esté integrado sólo por inútiles de un mismo bando”.
Y va más allá, al plantear una comparación absurda con algo que ocurrió hace casi medio siglo atrás: “En realidad, la falange NODIO no hace más que retomar una vieja tradición peronista cuyo mejor exponente fue un señor muy famoso llamado Miguel Paulino Tato, el censor designado en 1974 por la ex presidenta Isabel Perón como director del Ente de Calificación Cinematográfica. El personaje se dedicaba a mirar todas las películas y prohibir aquellas que no le gustaban”.
Tal como es su costumbre domingo tras domingo, el hijo del recordado Tato Bores aprovecha esta columna para vomitar su odio, y lanza una recomendación “para todos aquellos impacientes que se pasan el día quejándose y pidiendo cambios en el gabinete. Por favor tengamos memoria. Nunca nos olvidemos que cada vez que el kirchnerismo echó a un funcionario fue para poner a otro peor”. Y al respecto agrega que “por si alguno no lo recuerda, en el Ministerio de Economía arrancaron en 2003 con Lavagna y terminaron en 2015 con Kicillof.
El “humorista” ultramacrista y ex marido de Viviana Canosa aconseja que “mejor no pidamos cambios porque siempre terminan nombrando a uno más inútil. De hecho, esta es la razón por la que no lo rajan a Ginés: no encuentran otro peor”.
Por último, en su habitual columna para el diario de Héctor Magnetto, y escudándose en el “humor”, Borensztein dice que “difícilmente los festejos por los 100 años del 17 de octubre encuentren al peronismo en el llano. Ya aprendieron que manteniéndose todos juntos tienen casi asegurado el poder. Y como dijo Yabrán, tener poder es tener impunidad. Algo que es fundamental porque hay mucho peronista que nunca pagó la cuenta”.