La aparición de Mauricio Macri alteró a Juntos por el Cambio y en forma especial a la ex gobernadora María Eugenia Vidal, quien ayer se reunió con los intendentes que le disputan el poder sobre la provincia de Buenos Aires.
Más allá que Cristian Ritondo haya señalado que su “jefa política” es María Eugenia, la ex gobernadora sabe que está debilitada luego de su fracaso electoral, por lo cual no tiene mucha margen para imponer criterios políticos. Ayer almorzó con el Grupo Dorrego que encabezan Jorge Macri de Vicente López, Néstor Grindetti de Lanús, Julio Garro de La Plata y Diego Valenzuela de Tres de Febrero. Se habló de todo: “rosca pura”, dijeron sus protagonistas.
Los intendentes quieren que ella encabece la lista de legisladores nacionales del año próximo. La razón es simple: quieren obturar la llegada de Diego Santilli a la provincia de Buenos Aires sin pelearse con Horacio Rodríguez Larreta. “Si el “Colorado” encabeza la lista quien lo va a frenar para que será el candidato a gobernador dos años después”, dicen. De allí que quieren que juegue Vidal el próximo año, para luego si jugarlo como candidato a gobernador a Jorge Macri.
Vidal escucho pero no tomó ninguna decisión. Si ella encabeza la lista desaíra a Horacio Rodríguez Larreta, su jefe político, quien la prefiere en la Capital Federal para frenar el avance de Patricia Bullrich que ya no solo dice que quiere encabezar la lista de legisladores nacionales de CABA, sino que en el 2023 quiere ser la nueva jefa porteña.
Los intendentes, maliciosamente, saben que JxC no puede ganar las elecciones del año próximo. Hoy los números le dan muy bien al Frente de Todos, que mantiene los guarismos de 2019, pese a la crisis económica que dejó la pandemia. El perder las elecciones sería el segundo fracaso electoral de Vidal y un fuerte desgaste a su figura. El Frente de Todos aprovechará el test electoral para recordarle lo malo de su gestión, tanto en la salud como la educación pública, la seguridad y el cierre masivo de Pymes y la perdida de trabajo en el Gran Buenos Aires durante su gestión.
El otro tema que conversaron fue que pasará con Emilio Monzó y Rogelio Frigerio que fueron “expulsados” por el ex presidente Macri al “culparlos” de todos los males en su gestión. En el almuerzo se analizó el riesgo de que Monzó arme una fuerza centrista y paralelamente Espert y Milei arman por derecha. De allí que ayer fueron muy duros con el ex presidente por “ventilar” temas internos.
Mientras tanto, cuentan que Vidal se pone de muy mal humor cuando escucha que el ex presidente, por estos días, sigue diciendo que “el la hizo gobernadora” y que jugará donde él le pida. Vidal no olvida la humillación del año pasado cuando “creyó” lo que le decían desde el establishment económico y mediático que “sería la candidata presidencial” y Macri no dudo en ningunearla y bajarla de un hondazo. Y, como si fuera poco, tampoco la dejó desdoblar la elección en la provincia. Doble humillación.
Por ahora, Vidal mantendrá silencio. Esperará hasta marzo para decidir si juega en provincia o en CABA y hará lo que decida Rodríguez Larreta, más allá de sus ambiciones o el pedido de los intendentes.
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[…] que integran Julio Garro, Néstor Grindetti, Diego Valezuela y Jorge Macri, la presionaron en un almuerzo que mantuvieron el martes para jugar por la Provincia para obturar la posible llegada del actual vicejefe de Gobierno […]
[…] no será candidata a gobernadora porque lo acompañara a él, dejándoles el camino libre para que un jefe comunal encabece la fórmula de Juntos por el Cambio en la provincia. Hasta hoy parecía que sería Jorge Macri pero tanto los intendentes Julio Garro como Diego […]