Después de algunas idas y vueltas, generadas por contratiempos lógicos teniendo en cuenta la complejidad del operativo, ya está todo listo para que esta tarde despegue el vuelo que con 10 pilotos en total (los de tres tripulaciones completas y uno extra) vuelen 16 horas y media hasta Moscú para traer las 300.000 dosis de la Sputnik V desde la Federación Rusa, para que se pueda empezar a vacunar a la población argentina de riesgo antes de que termine el año.
Por otra parte, y en lo que sería una respuesta ante el aluvión de críticas del macrismo y los medios hegemónicos respecto a las trabas para la llegada al país de las vacunas de la farmacéutica estadounidense Pfizer, en las últimas horas Alberto Fernández y la compañía acercaron posiciones para cerrar un contrato que garantizaría 1.500.000 de dosis entre enero y marzo de 2021.
En tanto, el avión de Aerolíneas Argentinas partirá finalmente a las 19.30, tras el retraso provocado por un problema de autorizaciones, teniendo en cuenta que debía iniciar su travesía a las 3.30 de esta madrugada.
El vuelo saldrá desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, con el objetivo de regresar al país con el primer cargamento de vacunas rusas contra el Covid-19, estimando su llegada a Buenos Aires el jueves 24 por la mañana.
La aeronave, un Airbus 330, permanecerá durante cuatro horas y media en el aeropuerto internacional de Moscú-Sheremétievo para cargar en bodega las 300.000 dosis, que está en condiciones de mantener la cadena de frío durante bastante más tiempo del que el que dura el vuelo ida y vuelta. Es decir, hasta que pueda ser descargada en su totalidad.
La ruta establecida prevé un vuelo directo hacia Moscú que durará 17 horas, y una vez en la capital rusa la aeronave de AA permanecerá no más de seis horas en esa terminal aérea, en las que se deberá completar la recepción de las vacunas y cumplir con todos los trámites aduaneros.
Este primer lote servirá para vacunar a 150.000 personas, ya que son dos dosis, mientras se siguen llevando a cabo negociaciones con el gobierno ruso para posteriormente traer cargamentos más grandes, que permitan vacunar a 10 millones de argentinos hasta marzo de 2021 y 25 millones para junio, según estimaciones de la Casa Rosada.
Las Sputnik V se embalarán en cajas especiales con capacidad para garantizar una temperatura constante de entre 2 y 8 grados para su conservación.
Por último, el trayecto de regreso a Buenos Aires demoraría unas 18 horas, estando prevista su llegada a Ezeiza este jueves 24 a las 10 de la mañana aproximadamente, de no mediar ningún problema que complique el plan original, como por ejemplo las frías condiciones climáticas del invierno ruso.
El objetivo del Gobierno es que de inmediato se comiencen a aplicar esas dosis, aprobación mediante de la ANMAT, y no se descarta que eso suceda unos cinco días después del jueves, es decir antes de que finalice el año.
Mientras, Alberto Fernández y Pfizer-BioNTech acortaron las distancias legales para cerrar un contrato comercial que permita la provisión urgente de 1.500.000 vacunas.
Todo indicaría que el camino del acuerdo con Pfizer será a través de un artículo específico que explicitará los alcances jurídicos de la negligencia atribuible al conglomerado farmacéutico, que ya vende vacunas en Estados Unidos, Europa y América Latina.
Alberto Fernández junto a su secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, conocen muchísimo de derecho penal y de la responsabilidad jurídica del Estado, por lo que acordaron diseñar una norma que proteja al país de la eventual negligencia de Pfizer, y que a su vez reconozca los derechos propios de la compañía que opera desde hace décadas a nivel global.
El presidente busca demostrar que hay buena fe en la negociación, por lo que le pidió a Ibarra que encuentre un punto de contacto jurídico entre los intereses nacionales y las pretensiones de Pfizer.
“Malinterpretan nuestras intenciones. Yo quiero todas las vacunas del mundo. Quiero las vacunas de Pfizer, de China, de Rusia y de AstraZeneca. Las quiero todas. Pero no voy a firmar un contrato de impunidad. Quiero que cada uno sea responsable por su parte”, subrayó Fernández.