Los integrantes de la Mesa de Enlace tuvieron que guardar su grito de guerra para otra oportunidad: después de tantas especulaciones, y con una previa en la que los medios hegemónicos alentaban un clima bélico, finalmente los patrones de “el campo” se quedaron con las ganas de ir al choque y se encontraron con la respuesta firme de un Gobierno que tampoco les garantizó que jamás subirán las retenciones a determinados productos agrícolas, sino que “por ahora” no está contemplada esa alternativa.
“Yo no quiero aumentar las retenciones, se interpretó como una amenaza lo que fue una convocatoria a todos los sectores para resolver el problema de que los precios de los alimentos están caros, inaccesibles”, les dijo Alberto Fernández durante un encuentro que había arrancado con un clima de indisimulable tensión.
Sin embargo, con el correr de los minutos se fue distendiendo esa tensión. “No somos formadores de precios y la incidencia de las materias primas en el precio de los alimentos es muy baja”, afirmaron los ruralistas basándose en una serie de cálculos que llevaron al encuentro.
Palabras más, palabras menos, el presidente reiteró lo que había planteado el domingo último en una entrevista con Página/12: al hablar sobre el alza descontrolada en los precios de los alimentos, sostuvo que “esto se resuelve con diálogo o lo resuelve el Estado”, por lo que “si tiene que hacerlo el Estado, sólo tiene dos herramientas, o sube las retenciones o fija cupos a las exportaciones”.
Esta vez, los ruralistas se dieron por satisfechos y acordaron continuar con una serie de diálogos con el objetivo de ponerle un freno a la suba de precios de los alimentos.
De la reunión participaron Daniel Pelegrina, Jorge Chemes, Carlos Achetoni y Carlos Iannizzotto, además de Alberto Fernández (acompañado por Cecilia Todesca, Felipe Solá, Luis Basterra y Gustavo Béliz).
Los ruralistas pidieron no ser señalados como responsables de los aumentos, lo cual fue respondido por el propio presidente: “Con los demás venimos hablando, todos tienen que hacer un esfuerzo, todos los eslabones de la cadena, y le solicitamos a ustedes que también se comprometan” para que, a través de un diálogo fluido, todos aporten a lograr el objetivo.
En los últimos días, el Gobierno mostró su preocupación por el impacto que tuvo la suba de los precios internacional de los commodities en los alimentos locales. Para evitar el traslado a góndola, planteó la necesidad de que los productores ofrezcan soluciones si querían evitar que el Estado resuelva la situación con las dos herramientas a su alcance: retenciones o cupos.