Mientras Cristina Kirchner daba un alegato contundente ante los jueces de la Cámara de Casación sobre la causa ‘dólar futuro’ y el rating explotaba en todos los canales, el ex presidente Mauricio Macri recibía gente en sus oficinas de Avenida Libertador y Alberdi, en la localidad de Olivos. La respuesta a quienes lo visitaban y le preguntaron fue la misma: “hay que enfrentar estos ataques sin medias tintas”.
El ex presidente, más allá que se cuidó de no atacar a Horacio Rodriguez Larreta, coincidió y destacó el estilo de Patricia Bullrich y la necesidad de ser lo más agresivos posibles contra el gobierno de Alberto Fernández. Según sus interlocutores no quiso responder a las acusaciones claras y contundentes de la vicepresidenta al afirmar que su política destruyó la economía del país, lo endeudó y solo benefició a sus amigos. Tampoco quiso darle importancia a la denuncia del presidente Alberto Fernández que anunció una querella criminal por el acuerdo con el FMI.
Desde hace tiempo, Macri trabaja para ser candidato a presidente en 2023 o ser el máximo responsable de las listas de Juntos por el Cambio. La duda es saber si será candidato este año a legislador por la ciudad de Buenos Aires, algo que complicaría al jefe porteño que intenta estar afuera de la confrontación salvaje la dupla Macri-Bullrich contra el Frente de Todos.
Macri trabaja en fortificar el espacio en el interior del país sin quitarle el ojo a la provincia de Buenos Aires donde tiene a su primo Jorge y a Miguel Angel Pichetto organizando ese espacio y poniéndole límites al tándem de Diego Santilli, Larreta y María Eugenia Vidal. En CABA, ya le avisó al jefe porteño que la quiere a Patricia Bullrich como uno de la lista, relegando al ministro de Salud, Fernán Quirós.
En la alianza con el radicalismo destaca el liderazgo de Alfredo Cornejo, un radical lleno de odio al peronismo, y desprecia la figura del senador Martín Lousteau, quien hace un tiempo ‘lo jubiló’. Con Lilita tiene sus idas y sus vueltas pero confía que finalmente arreglará con él y no con Horacio si hubiera confrontación.
Macri ya está en “modo electoral”, de allí la inversión millonaria en La Nación+, donde el run-run dice que junto a grupo de amigos invirtió 14 millones de dólares para armar la grilla con la derecha más rancia del periodismo. Hoy en el prime time está Eduardo Feinmann, Jonatán Viale, Alfredo Leuco, Luis Majul, Pablo Rossi, Silvia Mercado, Carlos Pagni y Laura Di Marco.
El ex presidente no confía en Héctor Magnetto y el Grupo Clarín que por ahora apuestan a la candidatura presidencial de Rodríguez Larreta. Hoy el editor estrella de Clarín, Ricardo Roa, luego del alegado de Cristina, le pide al jefe porteño que deje de estar en el medio y señala que “los más moderados serán menos moderados” y que deben ponerse al frente de la lucha contra el gobierno. Para Roa, el jefe porteño debe terminar con el empeño de no confrontar con el presidente y que tiene “mucho más poder de fuego que Macri”, de allí que le ordena que se ponga al frente de las marchas antigobierno.
El Grupo Clarín percibe que si Larreta no endurece su discurso, Macri se quedará con el control del espacio opositor. El ex presidente no está muy interesado en ser legislador en las próximas elecciones pero sí tiene que jugar para frenar las ambiciones de Rodríguez Larreta lo hará. Sabe, porque así es la historia, que si no juega este año, el jefe porteño le soltará la mano el próximo año y Comodoro Py lo espera con los brazos abiertos y Magnetto no jugará con él ya que decidió apostar a LN+ contra los intereses de TN.