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11 diciembre, 2024
PAÍS

Una Vidal desesperada por que su libro va a la mesa de saldos, sale a pegarle a Alberto y a Kicillof

Desesperada para que su libro Mi Camino no vaya en los próximos días a la mesa de saldos, María Eugenia Vidal ofreció dos amplios reportajes a La Nación y Clarín, los medios hegemónicos que durante cuatro años la protegieron e incluso la quisieron llevar de candidata presidencial a principios de 2019.

La ex gobernadora intenta diferenciarse de Mauricio Macri y Patricia Bullrich pero le cuesta y termina igual que Horacio Rodríguez Larreta culpando de todos los males al gobierno de Alberto Fernández por la pandemia y la llegada de la segunda ola. Tampoco se salva Axel Kicillof de sus críticas. 

Dice que se rompió el dialogo y que es fundamental que se retome para que la gente no sufra pero culpa al gobierno nacional de esa ruptura.  “Horacio no tensó. El Gobierno tomó una decisión intempestiva, sin consultar a la Ciudad. Desde el inicio de la pandemia, la Ciudad ha entendido que esto no puede ser político. No hay que perder la racionalidad”, dice. Y a continuación carga contra Fernández y ya que está le pega a Kicillof de politizar la salud: “No tengo dudas. Lo estamos viendo en la provincia, donde el plan está exclusivamente a cargo del gobierno bonaerense y no de los intendentes, cuando siempre todas las vacunas se aplicaron en los más de dos mil centros de salud. Hay una especulación electoral sobre esto que es inadmisible. Es una obligación del Estado darle la vacuna a la población”….“Ver militantes de 18 años o funcionarios diciendo que se vacunaron cuando sabemos que por cada uno de ellos hay alguien que tal vez falleció, que era un adulto mayor, que estaba esperando la vacuna, me parece injustificable”,señala.

Cuestiona al gobierno nacional porque afirma que “no puede ser la restricción o el miedo” los métodos para manejar la pandemia. Insiste que fracaso el plan de vacunación. “Nos habían dicho que iba a haber 20 millones de personas vacunadas para este momento del año y ni siquiera llegamos a seis. Y me parece inentendible que estemos discutiendo públicamente si las escuelas tienen que estar abiertas o cerradas, después de un año sin clases y que sabemos que ése no es un foco de contagio”, dice Vidal.

Lo que se olvida la ex gobernadora que el problema de las vacunas no es de Argentina sino global y qué excepto Estados Unidos e Israel, todos los demás países tienen problemas. Por último habría que decir que no son 6 millones de dosis sino 10 y que dentro de 48 horas serán 12 millones de dosis en la Argentina.

Al estilo Macri, dice que Cristina es “una vicepresidente con mucho poder. Por las decisiones que toma, por los lugares que ocupa. De todas maneras nunca dudé que Fernández y Fernández eran lo mismo. Los hechos han sido elocuentes”.

Sobre la interna de Juntos por el Cambio. Luego Vidal insiste que no quiere reconocer si será candidata por CABA o por provincia, que esta decidida a esperar hasta último momento, pero llama la atención que es perfil de Twitter sacó la frase “orgullosamente bonaerense”. Para mantener la duda dice que es parte bonaerense y parte de la ciudad: “un ejemplo de que la General Paz no es una división”.

Lo que deja en claro es que aspira a ser candidata presidencial en 2023, si por alguna razón Rodríguez Larreta no llega. Insiste que “no hay jefes en Juntos por el Cambio”, un palito para Macri y que considera que el espacio debe ampliar sus filas, como intentando diferenciarse de Bullrich, pero todo muy light.

En esas respuestas inconsistentes le piden que hable de sus autocríticas en su gestión y en especial por su maltrato a los docentes. Dice que “hubo errores” en su gestión pero no aclara demasiado. “Me aleje de la gente en el conflicto docente. Eso fue un error, no importa quién tenía razón”. En la practica, Vidal no reconoce que se que equivoco, tampoco mencionó su  desastrosa política de negar la infraestructura  en las escuelas que termino con las muertes de Sandra y Rubén.

Tampoco se arrepiente de haber dicho que los pobres no llegan a la universidad o que no iba a construir nuevos hospitales. “En los dos casos hubo mala fe del kirchnerismo. Dije que en los barrios más pobres del conurbano que recorría veía que era muy difícil para esos chicos llegar a la universidad. No porque no tengan la capacidad sino porque en muchos casos no podían terminar el secundario”, dijo.  Sobre los hospitales señaló  “ella puso a nuevo todas las guardias”. Claro se olvido decir que adentro los hospitales también deben funcionar. Sin ponerse colorada agregó que gracias a su gestión “el sistema sanitario de la Provincia fue mejor”.

 

 

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