Cristina Pérez intentó hacerse la sarcástica, pero evidentemente no le sale, porque no hizo otra cosa que volver a exteriorizar su obsesión por Cristina Kirchner, a partir de la desafortunada frase de Alberto Fernández frente a su par de España, Pedro Sánchez, por la que pidió disculpas.
Anoche, durante su programa por Radio Mitre, la comunicadora ultramacrista recurrió a un argumento por demás traído de los pelos, a través de una frase que le habrá llevado horas elaborar. Convencida de que se trataba de una genialidad, dijo que “si los argentinos venimos de los barcos, queda claro que Alberto viene de Cristina, y nada más que eso”.
Agregó que “es tal la volatilidad y la levedad de la palabra presidencial que, así como cambia de opinión, no calibra que el poder no le da licencia para decir cualquier cosa y tener razón. Cuando muestra que no registra el peso de lo que dice, como si no tuviera la obligación de la consistencia, nos hace preguntar lo que nos preguntamos desde que llegó al gobierno: ¿Quién es el presidente?”.