Más allá que todavía restan tres semanas para las elecciones legislativas del 14 de noviembre, en el Frente de Todos, tanto en la dirigencia como en las bases -la militancia lo conversó bastante en las dos marchas del 17- en las próximas elecciones presidenciales de 2023, el peronismo tiene que presentar dos o tres fórmulas para salir fortificados electoralmente.
Los intendentes y la dirigencia en general reconocen que fue un error cerrar todos los caminos a quienes querían presentar listas en el FdT, algo que sí hizo Juntos por el Cambio con Diego Santilli y Facundo Manes.
El peronismo analiza una y otra vez que en el 2015, si a la fórmula de Scioli-Zannini se hubiera presentado la de Randazzo-Kicillof, una propuesta de Cristina al ex ministro de Transporte, se hubieran ganado las elecciones. Randazzo se asustó ante el gobernador bonaerense y no hubo PASO.
Por ahora se habla que una de las fórmulas debe ser encabezada por Sergio Massa y la otra por Axel Kicillof. No se descarta que algún gobernador como Juan Manzur o Sergio Uñac quieran ser parte de las PASO y presenten su candidatura presidencial.
Hasta hoy, el presidente Alberto Fernández no iría por la reelección. La pandemia lo desgastó demasiado pero no hay que descartar que si en los próximos dos años transforma la Argentina, frena la inflación y baja la pobreza a menos de un dígito podría volver a presentarse.
Cristina Kirchner, como lo ha señalado más de una vez, no sería de la partida y seguramente encabezaría la lista de senadores por la provincia de Buenos Aires, ayudando a traccionar votos al peronismo.
En el caso que Kicillof sea parte de una fórmula presidencial no hay que descartar que Máximo Kirchner vaya por la gobernación pero también están en carrera Martín Insaurralde o la actual vicegobernadora Verónica Magario que representa a un territorio fuerte como La Matanza.
Falta mucho, pero el debate interno siempre es bueno y ya comenzó.