Desde Chile, Mauricio Macri aprovechó para hablar mal de la Argentina y, contrariamente, destacar las bondades del vecino país, además de haber dejado traslucir su apoyo al candidato pinochetista José Antonio Kast, quien enfrentará a Gabriel Boric, de la izquierda, en la segunda vuelta para elegir presidente, que se realizará el 19 de diciembre.
En el marco de su visita como presidente de la Fundación FIFA, Macri se reunió con su amigo, el mandatario saliente Sebastián Piñera en el palacio de la Moneda, donde mantuvieron una reunión privada.
En declaraciones a la prensa trasandina, el ex presidente argentino aclaró que no conoce a Kast, pero que intuye “que tratará de gobernar en la misma línea que el presidente Piñera y la Concertación”.
Para Macri, “las diferencias entre los gobiernos de los últimos años han sido marginales” y que eso explica “el éxito que tiene Chile, que no ha sido como la Argentina, que ha ido con proyectos pendulares, los cuales varían varias veces en un mismo periodo”, puntualizó.
Y agregó: “Hoy Chile, para mí, es la única sociedad del primer mundo en Sudamérica. Han sido muy exitosos para construir sociedades, fortalecer instituciones y disminuir la pobreza. Desde la Argentina se lo mira con atención todo este crecimiento y ustedes no terminan de valorar lo que han logrado”.
Está claro que a Macri no le importa lo que fueron las masivas movilizaciones de hace dos años atrás en Chile, cuando la gente salió a las calles, harta de la propaganda y de que el establishment internacional hable del milagro económico latinoamericano. En otras palabras, la gente se cansó de la pobreza, la injusticia, la desesperanza y la desigualdad (Chile es el decimoquinto país más desigual del mundo).