Quién alguna vez hiciera reír, hoy convertido en un vulgar troll macrista, salió a victimizarse para ser reconocido como un “gran hombre”, luego que supuestamente colaborara en recaudar dinero para la incendiada provincia de Corrientes.
En ese plan, el miserable come flan no dudó en ponerse como una víctima para que las focas amarillas aplaudidoras lo llenen de elogios.
Pero hurgando un poquito, apenas y recurriendo a un mínimo de memoria, aparecen sus ataques personales contra el niño que vendía tortas para pagarse su operación producto de quemaduras graves, sus agresiones misóginas, como la llevada a cabo contra la editora de géneros de TN o la más reciente contra el cantante y músico popular, L-Gante
Hablame de miserias personales
SOY UN COMICO, NO UN ACTOR, LOS COMICOS SOMOS HIJOS DE PUTA.
— Alfredo Casero (@agencialavieja) February 21, 2022
BAH, YO AL MENOS.