La Corte Suprema de Justicia dio un golpe institucional que pone en peligro el sistema democrático que se recuperó en 1983. El tribunal decidió que a partir de ayer, se terminó la división de poderes y que ya no importa que los legisladores, votados por el pueblo, hagan leyes, ya que las mismas serán derogadas o declaradas inconstitucionales. No fue solo eso. La Corte decidió en una resolución declarar la nulidad de todo lo actuado por el juez federal de Paraná y se le pidió al Consejo, el mismo que preside ahora Rosatti, que “evalúe la conducta del magistrado”. Para los Supremos, el juez Alonso “se alzó de manera flagrante y directa contra un pronunciamiento firme de este Tribunal pretendiendo imposibilitar su cumplimiento”. En pocas palabras, Rosatti aviso a todos los jueces del país que no permitirá que haya fallos en contra de lo que ellos sugieran y aquellos magistrados que no cumplan con sus ordenes serán destituidos.
La Corte decidió que a partir de ahora no habrá más independencia de poderes y que gobernará en conjunto con las corporaciones económicas nacionales y extranjeras como se vio con el comunicado de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) a favor de los cortesanos y el apoyo abierto de Juntos por el Cambio y los medios dominantes.
Memoria. El presidente acostumbra a citar reiteradamente al ex presidente Néstor Kirchner. Es bueno recordar lo que sucedió pocos días después de que el ex presidente asumiera la presidencia con el 22 por ciento de los votos. En aquellas jornadas, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Julio Nazareno, amenazó al gobierno con volver a la dolarización de la Argentina y que “nadie” le daba órdenes a él.
Recordemos aquellas jornadas. En esos días, el ministro de Justicia Gustavo Beliz expresó que “sería saludable que algunos miembros de la Corte presenten su renuncia”. El presidente de la Corte le respondió que el 27 de abril “no se votó” para elegir representantes de la Justicia sino para presidente y vice de la Nación y que la Corte debe renovarse con los métodos naturales”. Pero la repuesta de Nazareno no solo quedo en palabras. Emitió una circular interna firmada por él y dirigida a todos los jueces de la Corte donde expresaba que “por disposición del presidente del Tribunal será presentada para ser tratada y dictar sentencia en el acuerdo por celebrarse el miércoles 11 de junio la causa “Lema, Armando Enrique sobre acción de amparo”.
Se trataba del caso de un ahorrista particular que demandó al Banco de la Provincia de Córdoba por un depósito en dólares atrapado por el corralón. Esto preocupó tanto a Kirchner como a Lavagna porque un eventual fallo favorable a la redolarización, en este caso de un depósito de un ahorrista particular, sería el inevitable efecto cascada de la medida en otros miles de reclamos y la obligación de convertir a dólares cientos de depósitos que en ese momento estaban en moneda argentina.
Días después, el 3 de junio, en un reportaje realizado a Crónica TV, el titular de la Corte, molesto porque los funcionarios del nuevo gobierno continuaban pidiendo las renuncias, señaló que ellos seguirían adelante con los fallos que consideraban “mejor” para el país y, ante una pregunta de un periodista, que si no era una extorsión tratar los recursos atrapados en el corralito y sobre su renuncia, el ministro en un tono fuera de lo correcto dijo “Ah! no, no. Me voy, déjate de joder”.
Esa misma noche, Kirchner pidió el tape de Crónica TV. No lo podía creer. Ya en Olivos lo converso con Cristina y a la mañana con sus ministros.
Ese mediodía llamo a Aníbal Fernández y le dijo:
-“Vamos a grabar en un rato un mensaje, voy a pedir el juicio a la Corte”.
Fernández puso cara de asombro y el presidente le comentó:
– “¿Te asusta?”.
– “No, no me asusta, lo que te pido es que me digas que no volvemos para atrás”.
-“Nunca ¿qué es el poder?, ¿los granaderos, el helicóptero, la quinta de Olivos? Si eso es el poder me voy a mi casa.”.
Esa noche, por cadena nacional, Kirchner fue a fondo contra el presidente del tribunal. En 8 minutos, leyendo, dijo que no estaba dispuesto a aceptar presiones. Además reclamó al Congreso que separe a uno de los jueces de la llamada “mayoría automática, que apoyo al menemismo.
Fue un discurso de alto voltaje político, Kirchner apuntó directamente a Nazareno aprovechando las declaraciones que el magistrado hiciera un día antes en una polémica conferencia de prensa. Kirchner calificó a las palabras del juez como parte de “un pasado que se resiste a conjugar el verbo cambiar que el futuro demanda”.
Dijo en otro tramo: “Pedimos con toda humildad, coraje y firmeza a los legisladores que marquen un hito hacia la nueva Argentina preservando a las instituciones de los hombres que no están a la altura de las circunstancias. Reclamó una instrumentación urgente de los remedios para el mal que enfrentamos”.
Debilitado por el avance del juicio político en el Congreso, Nazareno renunció a fines de junio. En tanto, en los primeros días de diciembre de 2003, el Senado destituyó de su cargo a Moliné O´Connor, por encontrarlo culpable de dos de los nueve cargos que le imputó la Cámara de Diputados en el juicio político.
En septiembre de 2004, el mismo día en que una comisión de Diputados iba a presentar la acusación en su contra por presunto mal desempeño en el Senado en el marco de juicio político iniciado en su contra, el juez Adolfo Vázquez presentó su dimisión. De la misma manera, un año antes, había renunciado el Juez Guillermo López.
Cómo hace 35 cuando se produjo el levantamiento de los carapintadas en Semana Santa, es fundamental que el presidente haga una cadena nacional, denuncie el golpe institucional y pida el juicio político. Quizás no se gane pero la sociedad argentina los vera sentados en el banquillo de los acusados.
1 comentario
Es necesario se realice el JUICIO POLITICO y la reforma…. Se llevará a cabo si el Presidente no piensa como que ese acto ES COMO RETROCEDER, expresión hecha a NESTOR KIRSCHNER, al decidir el Juicio a la Corte…