La provocación de Rosenkrantz para descalificar a Evita, anticipa lo que sería la vuelta de la derecha al poder

Por Eduardo D’Argenio.- “Donde hay una necesidad, nace un derecho”. Esa es la frase que popularizó Eva Perón, citada innumerables veces en la política argentina que, de hecho, se convirtió en la columna vertebral del pensamiento de la llamada ‘abanderada de los humildes’ y que, a no dudarlo, llevó a la práctica a través de todos y cada uno de sus gestos a favor de los más postergados.

Sn embargo, en estos tiempos enrarecidos, en los que sobrevuela un siniestro espíritu que enarbola la bandera de una derecha disfrazada de macrismo y ultraliberalismo, que un personaje de peso institucional -como lo es el vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia- haya lanzado esos nefastos dichos, sólo buscaron, con un objetivo burdamente provocador, deshacer aquellas palabras de Evita.

Eso fue lo que hizo Carlos Rosenkrantz, cuando días atrás lo pronunció con todas las letras: “No puede haber un derecho detrás de cada necesidad”, dijo, y aprovechó para disparar contra las “proclamas populistas”.

“No puede haber un derecho detrás de cada necesidad porque no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades, a menos que restrinjamos qué entendemos por necesidad o entendamos por derecho aspiraciones que no son jurídicamente ejecutables”, subrayó el cortesano, quien junto a sus tres pares en el llamado máximo tribunal (Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda) interviene en temas fundamentales para la vida cotidiana de millones de argentinos.

Son precisamente esos cuatro “jueces” quienes, como auténticas majestades, resuelven cuestiones que afectan a la sociedad, lo cual no es un dato menor, precisamente.

En la inauguración del año académico de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde fue a hablar especialmente sobre “Justicia, Derecho y Populismo”, Rosenkrantz no hizo otra cosa que descalificar la frase de Eva Perón.

El discurso del supremo, designado a dedo por Mauricio Macri, amagó en un comienzo con la hipótesis de que puede haber populismos “de izquierda o de derecha”, pero quedó claro que en su propia concepción lo equiparaba con el peronismo, con cierto desprecio, y llegó a decir que puede ser, en una hipótesis, “un problema” para la democracia.

“El populismo es relativamente insensible a la cuestión del costo que involucran las reformas que proponen, porque la urgencia del cambio solo es posible cuando los costos del cambio no se hacen explícitos o no se identifica con precisión quienes son los que pagarán dichos costos; la insensibilidad al costo se sintetiza de modo patente en una afirmación muy insistente en mi país que yo veo como un síntoma innegable de fe populista según la cual detrás de cada necesidad siempre debe haber un derecho”, sostuvo.

En su exposición, Rosenkrantz consideró además que el populismo es “relativamente insensible” a la “cuestión del costo que involucran las reformas que propone”, y que “hay una afirmación muy insistente en mi país, que veo como un síntoma innegable de fe populista, según la cual detrás de cada necesidad siempre debe haber un derecho”.

En ese sentido, afirmó que “un mundo donde todas las necesidades son todas satisfechas es deseado por todos, pero ese mundo no existe”, por lo que “si existiera, -agregó- no tendría ningún sentido la discusión política y moral. Discutimos política y moral, justamente porque nos encontramos en situación de escasez”.

Quienes conocen la trayectoria y las decisiones de Rosenkrantz dentro de la propia Corte, saben que su mirada sobre esta cuestión tan sensible para millones de argentinos, no es novedad, teniendo en cuenta que, como no podría ser de otra manera, lo tradujo en sus fallos. Siempre en en contra, cuando se trata del reconocimiento de derechos sociales (educación, salud, vivienda, entre otros) o directamente esquivando pronunciarse. Su posición constante ha sido negar derechos laborales y reconocer, en cambio, los empresariales y del poder económico.

En otras palabras, la peligrosa postura del cortesano refleja crudamete lo que podría ser la vuelta del neoliberalismo al poder, con lo que sin lugar a dudas sería la pérdida de derechos adquiridos.

Rechazo

Las palabras de Rosenkrantz generaron un generalizado rechazo desde el oficialismo. Por ejemplo, el ministro de Justicia, Martín Soria, escribió esta mañana en su cuenta de Twitter: “Jueces privilegiados, que hablan, piensan y aplican el derecho desde sus propios privilegios. Esta es la Corte que algunos defienden. No entienden de necesidades y no creen en ampliar derechos. Salvo que las necesidades y los derechos sean los de sus ¿ex? patrones de Clarín”.

Por su parte, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, señaló que Rosenkrantz “lo que afirma es el corazón de la doctrina liberal, al margen de que lo haga oponiéndose o dando vuelta una frase de Eva Perón”.

Y amplió: “No solo para el movimiento peronista o para el actual gobierno, sino para la mayoría de los argentinos, (la frase de Evita) expresa lo que es un anhelo de todos los ciudadanos que es poder vivir una vida plena y buscar la felicidad de la manera que cada uno quiera buscarla con el apoyo del Estado y las necesidades básicas satisfechas”.

En tanto, el gobernador bonaerense Axel Kicillof dijo: “Me llama la atención esa mirada tan ideológica. Que exista escasez no anula los derechos. Pero ¿Es escasez o un problema distributivo? Es cierto que algunos con mirada neoliberal piensan que donde hay una necesidad lo que hay no es un derecho sino un negocio. Eso sí, para los que tienen recursos”,

Mientras, el jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, aseguró que “Rosenkrantz está en las antípodas de Evita” y marcó que las declaraciones del juez sirven “para que cada argentino y argentina sepa en qué lugar están parados los que imparten justicia”.

Y el diputado nacional Rodolfo Tailhade consideró que el Congreso nacional debería evaluar “si no corresponde algún proceso disciplinario” contra el juez por sus declaraciones explícitamente antiperonistas. “Los ricos de este país, los poderosos, están muy bien representados por él”, cuestionó.

A propósito de aquellas conmovedoras palabras de Evita, compartimos este resumen de sus discursos: