Por Eduardo D’Argenio.- “No voy a ser candidata. Muy buena noticia para usted, Magnetto. El 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros. Podrá dar la orden a sus esbirros. Presa, sí; mascota de usted, jamás”.
En esas palabras pronunciadas por Cristina Kirchner, está la esencia de lo que fue el vergonzoso dictamen de ayer, en el que, sin pruebas, en un proceso plagado de irregularidades y en una muestra acabada de lo que fue una burda operación montada en el tristemente célebre lawfare, significa lisa y llanamente la proscripción de por vida de la figura más importante de la política argentina desde que se reinstauró la ahora tan frágil democracia.
“Finalmente, se salieron con la suya”, sería la primera reflexión a propósito de lo dispuesto por los tres jueces que tuvieron a su cargo esa parodia conocida como “causa Vialidad”.
Qué duda cabe que, con CFK proscripta, queda muy debilitado el sistema. Por eso se instaló la consigna de que la condena no es solamente contra ella, sino contra todos los argentinos, porque es una condena que debilita los andamiajes en los que se sustenta la democracia, ya que lo hizo sobre la base de un proceso más que turbio, y alevosamente manipulado.
El Frente de Todos participará en las elecciones del año próximo, pero lo deberá hacer con su principal referente perseguida por la corporación mediática y la mafia judicial, que lograron sacarla de la cancha. Esa ausencia se convertirá, de hecho, en una denuncia concreta de esa persecución.
En otras palabras, los comicios del 2023 estarán deslegitimados, porque sea quien sea el que triunfe, lo hará en una elección sin el candidato más importante.
Queda claro que un Poder Judicial corrupto la proscribe. Y más allá de las celebraciones y brindis de macristas, de Héctor Magnetto y compañía, y de toda esa gente de a pie que incorporó como un chip en sus cerebros que “Cristina es chorra” o que “se robó dos PBI”, el juicio que terminó ayer pasará a la historia por la corrupción judicial que puso en evidencia.
“Me van a poner presa, siempre y cuando algunos Caputos de la vida no financien a un grupo de marginales y me peguen un tiro. Eso es lo que quieren para mí: que esté presa o muerta”, lanzó sin vueltas Cristina.
Desde el 2 de diciembre de 2019, cuando fue indagada por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Comodoro Py, siempre dijo que la condena ya estaba escrita. Incluso, días atrás había calificado al tribunal como un “pelotón de fusilamiento”.
“Esta condena no es una condena por las leyes de la Constitución. Es una condena que tiene su origen en un sistema que yo ingenuamente llamé lawfare; ahora he rescatado el concepto de Partido Judicial. Esto no es lawfare ni Partido Judicial: esto es un Estado paralelo y mafia”, dijo la vicepresidenta, recuperando un concepto que ya había usado la Comisión Bicameral de Inteligencia a la hora de describir el sistema de espionaje que funcionó durante el gobierno de Mauricio Macri.
“La confirmación de un sistema paraestatal, donde se decide sobre la vida y el patrimonio de los argentinos, lo tuvimos este fin de semana”, acusó.
“Fue Cristina en estado puro. Sorprendió a propios y extraños”, sintetizó un colaborador de Casa Rosada. “Menos de una hora después de condenada cambió la agenda con la declaración sobre su candidatura”, completó un hombre del kirchnerismo duro. “Conociéndola no hay posibilidades de que dé vuelta su posición”, consignó uno de los hombres del presidente.
Sin embargo, la decisión de absolver al ex ministro de Obras Públicas, Julio De Vido, agitó todavía más las aguas. “Ya era un delirio que los fiscales y el juez de instrucción no hayan incluido en la acusación a los jefes de Gabinete, porque son los encargados de la ejecución del presupuesto. Ahora, que hayan condenado a los que estaban arriba y abajo de De Vido, menos a él, es directamente una locura”, definieron cerca de Fernández.
En el oficialismo cerraron filas también para considerar “peligroso” el fallo que el Tribunal leyó hoy en los tribunales de Comodoro Py, después de tres años y medio de juicio. “Lo que pasó superó todo. Los jueces son los encargados de impartir justicia sobre todos los ciudadanos, así como fallaron hoy políticamente sobre Cristina pueden hacerlo sobre cualquier ciudadano, sus propiedades, cualquier cosa”, alertaban.