Por Eduardo D’Argenio.- Es más que evidente que, a partir de la oficialización del binomio Sergio Massa / Agustín Rossi como precandidatos a presidente y vice por Unión por la Patria (UP), en Juntos por el Cambio acusaron recibo y desde la noche del viernes último sus principales referentes no pueden disimular el cimbronazo que significó esa jugada de la coalición opositora que, literalmente, los descolocó.
En otras palabras, esa movida obliga a JxC a profundizar una competencia para demostrar quién es más halcón. Y a diferencia de lo que ocurrió en el proceso electoral de 2015 –cuando triunfó Mauricio Macri-, dicen esta vez anuncian, con toda crudeza, que cercenarán derechos, ajustarán brutalmente y reprimirán cada vez que sea necesario, pero en forma superlativamente potenciada y con mucha más rapidez.
Por un lado, Horacio Rodríguez Larreta acaba de lanzar su primer spot de campaña, y como no podría ser de otra manera, el eje está puesto en la seguridad, uno de los temas que aparece al tope de las preocupaciones en cualquier encuesta nacional, pero sobre todo la cuestión aparece porque se trata de la columna vertebral de Patricia Bullrich, su rival en la interna de Juntos.
La pieza de 15 segundos que el jefe de gobierno lanzó el lunes tiene imágenes de los centros de monitoreo de la policía porteña. Apela al humor y se lo ve sosteniendo una taza con ambas manos. “Ah, pero me tiembla el pulso”, ironiza en una referencia al temblor esencial que padece. “Hagamos el cambio de nuestras vidas”, finaliza el spot.
Ya metido de lleno en la campaña, y demostrando cómo descolocó a la alianza opositora la designación de Massa como precandidato presidencial, Larreta apuntó contra el ministro de Economía: “Es la continuidad del kirchnerismo”, dijo.
Agregó, por si hiciera falta: “Yo estoy en las antípodas de eso. Propongo un cambio en la vida de la gente. Propongo mejorar la seguridad, como lo hice en la ciudad de Buenos Aires, y propongo bajar la inflación y recuperar la educación pública, como lo hice dando la pelea cuando me quisieron cerrar las escuelas”, expresó.
En tanto, junto a su compañero de fórmula, el gobernador jujeño Gerardo Morales, presentarán sus propuestas de gobierno este martes en un acto que compartirán en Tres de Febrero.
Pero fue el resultado de las elecciones en Córdoba del domingo último lo que hizo resurgir la discusión sobre la incorporación del gobernador de esa provincia, Juan Schiaretti (que ya quedó afuera de la alianza), y cuánto puede haber afectado a Luis Juez en derrota.
Patricia Bullrich, que acompañó a Juez en la noche larga de no reconocer el resultado, picó en punta y le apuntó a Larreta: “Los pactos entre políticos para políticos no van más”, afirmó. Su candidato a vice fue más explícito, y dijo que claramente el planteo de una alianza con Schiaretti afectó el desempeño de Juntos por el Cambio en Córdoba.
Paralelamente, el alcalde porteño ya dejó en claro que no descarta llegar a un acuerdo electoral con el todavía mandatario cordobés más adelante (por ejemplo, después de las PASO o incluso después de las generales y hacia el ballotage) y no es una idea que oculte. De lo que no se hizo cargo es de que esa estrategia pueda haber afectado a Juez, como plantean insistentemente desde el comando de Bullrich.
Por su parte, Mauricio Macri apuntó contra Massa, y afirmó que en el peronismo “idolatran” a quien dejó al país “al borde de la hiperinflación”. Y advirtió, apuntando contra el oficialismo: “Cualquier solución que encuentren ellos, con tal de que sean un poco más responsables en estos meses que les quedan… Que entreguen el poder sin hacer más daño. Nada puede funcionar en un país al borde de la hiperinflación”.
Y como contundente muestra de que el espíritu guerrero entre los dos principales candidatos de JxC está muy lejos de atenuarse, ni Larreta ni Bullrich tendrán listas legislativas de unidad en casi ninguna provincia y obligaron a la UCR a dividirse, pese a los esfuerzos de su titular, Gerardo Morales, por evitar internas entre correligionarios.
No pudo impedirlas porque la ex ministra de Seguridad buscó tener candidatos propios en cada rincón del país, por su desconfianza a figuras que registren algún contacto con Larreta o exhiban un perfil poco confrontativo. Tampoco fue un dato menor para Bullrich que Morales fuera compañero en la fórmula presidencial del Jefe de Gobierno porteño.
Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires habrá internas en 133 de los 135 municipios. Sólo se salvaron Vicente López y General Pueyrredón, dos distritos que apostarán a mantener, uno con la postulación de Soledad Martínez, del riñón de Jorge Macri, el nombre del PRO en la Ciudad, y el otro con la búsqueda de la reelección por parte de Guillermo Montenegro, ex funcionario de Mauricio Macri en la Ciudad.
Además, habrá PASO en 20 de los 22 distritos comandados actualmente por el partido amarillo y en 57 de los 59 conducidos por Juntos por el Cambio en tierras bonaerenses. A nivel país la situación no es muy diferente: sólo hubo acuerdo en 5 de 24 provincias. Las únicas que no tendrán internas son Mendoza y Corrientes, propias en busca de mantener la supremacía; Chaco, Entre Ríos y Chubut, tres con intenciones claras de dar la batalla, el batacazo y ganar. Pero no se pudo en otras igual de importantes como Santa Fe, Jujuy, CABA o Córdoba