La Cámara Federal de Casación le rechazó a la defensa de Cristina Kirchner, un “recurso extraordinario” para intentar en la Corte Suprema el apartamiento de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, como así también del fiscal Raúl Pleé, en la revisión de su condena por la denominada Causa Vialidad.
Los propios jueces Hornos y Borinsky, cercanos al ex presidente Mauricio Macri, desestimaron una apelación de los abogados Alberto Beraldi y Ary Llernovoy contra sendos rechazos de sus propias recusaciones.
“Es requisito para acceder a la competencia extraordinaria intentada que el recurrente refute todos y cada uno de los fundamentos que dieron sustento a la decisión apelada, como así también que demuestre que la resolución que impugna sea contraria a los derechos federales invocados como fundamento de la pretensión extraordinaria interpuesta”, sostuvieron Hornos, Borinsky y Diego Barroetaveña, quien completa el tribunal.
Esos requisitos “no están verificados” en el recurso presentado por la defensa de la vicepresidenta.
“A pesar de su invocación, no se advierte que la sustancia de los planteos en que el impugnante funda su recurso implique el debate de una cuestión federal debidamente fundada”, resumió el fallo.
Hornos y Borinsky integran el tribunal de Casación que está llamado a revisar la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua dictada a fines del año pasado por un tribunal oral federal contra CFK y otros ex funcionarios y empresarios imputados.
De quedar firme esta resolución, los jueces Hornos y Borinsky, miembros de la Sala IV de Casación, integrarán el tribunal que deberá revisar la sentencia de la causa en la que se investigó el supuesto direccionamiento de la obra pública durante el gobierno de Cristina Kirchner en Santa Cruz.
En esa sala estaban radicados, desde mayo de este año, los recursos de las defensas contra las condenas impuestas a la vicepresidenta, al empresario Lázaro Báez y a José López, entre otros ex funcionarios, por el delito de fraude a la administración pública, y el recurso del fiscal Diego Luciani contra la absolución por el delito de “asociación ilícita”, por el que había acusado a los condenados durante el juicio.
Cuando ingresó la causa a Casación, la defensa recusó a los jueces Hornos y Borinsky porque ya intervinieron en la causa y por supuesta falta de independencia y parcialidad, a partir de que trascendió que mantuvieron encuentros sociales con el ex presidente Mauricio Macri cuando se desempeñaba al frente del Poder Ejecutivo.
Todas las obras se licitaron, adjudicaron, controlaron y pagaron en Santa Cruz. Pero, además, los testigos -empresarios, incluyendo al primo del expresidente Mauricio Macri, Angelo Calcaterra- sostuvieron que era lógico que Lázaro Báez ganara 52 de las 81 licitaciones porque era la constructora radicada en la provincia con más personal y maquinaria. El mismo fenómeno se repetía en otros distritos.
Ahora, a Cristina Kirchner sólo le queda la posibilidad de un recurso directo o de “queja” para intentar que la Corte revise sus planteos de recusación.