El presidente Javier Milei, como lo fue antes la gobernadora Vidal, tiene una obsesión y odio hacia la dirigencia sindical docente, en especial contra Roberto Baradel, y amenaza a los maestros con prohibirle el derecho a huelga.
En su discurso de anoche afirmó: “En una Argentina donde los chicos no saben leer y escribir, no podemos permitir más que Baradel y sus amigos usen a los estudiantes como rehenes para negociar paritarias con los gobiernos provinciales. Por eso, incluimos en el decreto de necesidad y urgencia a la educación como servicio esencial, lo cual le sacará el arma de la mano a los sindicatos y los obligará a prestar al menos un 70% del servicio educativo durante cualquier huelga”.
No conforme con eso, aprovecho para atacar a las universidades argentinas, orgullo en todo el mundo. Anoche dijo: “En el plano de la educación superior la creación de universidades se ha convertido en un negocio más de la política y en los profesorados e institutos de formación docente proliferan currículas educativas de izquierda, abiertamente anticapitalistas y antiliberales en un país en el cual lo que se necesita en más capitalismo y más libertad”.