Después de haber destruido el ingreso de los jubilados en solo tres meses de gestión y haber despedido más de 20.000 trabajadores del Estado, el presidente Javier Milei va por las universidades públicas, las que considera un antro ideológico de izquierda y quiere privatizar a través de váucher.
Hay que recordar que la UBA está entre las 100 mejores universidades del mundo y 8ª en América Latina, según datos de QS World University Rankings by Subject, un verdadero orgullo de todos los argentinos.
El rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, afirmó que la institución atraviesa “momentos muy graves y dramáticos”, a raíz del recorte presupuestario del gobierno nacional. Según advirtió, en las actuales condiciones la UBA sólo podrá funcionar “dos o tres meses más”.
“Son momentos muy graves y dramáticos. Estamos terminando marzo, época en la cual comienzan las clases y toda la actividad de la UBA se empieza a mover, se reactiva con el inicio del año lectivo”, explicó Gelpi.
El profesor de Medicina e investigador del Conicet hizo un duro pronóstico ante el ajuste que aplica la administración de Javier Milei: “Los cálculos que hacemos nos dan unos dos o tres meses más. Hasta mayo o junio podemos funcionar con muchos recaudos y cuidando el dinero”, aseguró.
“La UBA es mucho más que un lugar de educación o de formación de un profesional, tiene un rol social tremendamente importante, que es lo que todos valoramos. Estos recortes muy grandes afectan todo eso”, planteó Gelpi. “Quiero pensar que acá no hay ninguna mano negra, que lo que hay es un desconocimiento del rol de la UBA y de su potencial, por eso pasan estas cosas”.
El presidente, no conforme con quitarle los recursos para este año, le ordenó a la Ministra de Capital Humano, Sandra Pettobello, que frene la creación de 5 universidades creadas el año pasado por el Congreso. Las mismas son la de Río Tercero, en Córdoba, las del Delta, Ezeiza y Pilar en provincia de Buenos Aires y la de las Madres de Plaza de Mayo en CABA.
Fue tan vergonzoso el intento de cerrar estas universidades, que ya tiene aprobado el presupuesto, que hasta la diputada de la Libertad Avanza, Marcela Pagano, se preguntó dónde van esos fondos ahora.
Desde el gobierno dice que están en “proceso de revisión”, pero en la práctica no hay intención de nombrar los rectores y el personal pero en privado dicen que se acabó “el curro de las universidades como caja para hacer política”.
El realidad es el odio a lo estatal. Primero los jubilados, luego los empleados estatales, ahora las universidades a las que quiere privatizar y luego seguirán con la salud pública y la educación pública.