Después de un marzo con escasa actividad parlamentaria, el oficialismo se está preparando para volver a la carga con una de las obsesiones de Javier Milei: el remozado proyecto de Bases y Puntos de Partida, más conocido como “Ley Ómnibus”.
Es que, con el aprendizaje del traspié de febrero pasado, cuando la iniciativa no pudo pasar de Diputados y volvió a comisiones, esta vez La Libertad Avanza no quiere sufrir contratiempos, y por eso aceita por estas horas los engranajes políticos que le permitan llegar al recinto con más certezas que dudas.
Después de semanas de impasse, el Congreso tomará protagonismo a partir de este martes con movidas del Gobierno y de la oposición. Luego de dos nuevas reuniones con los bloques de la oposición dialoguista, desde el Ejecutivo anunciaron que entre hoy y mañana mandarán el proyecto de ley Bases con el agregado de la reimplantación del impuesto a las Ganancias a partir de un piso de $ 1,8 millones para los trabajadores solteros, y 2,2 millones para los casados con dos hijos.
Con eso esperaban dar respuesta a las necesidades de los gobernadores, teniendo en cuenta que se trata de un impuesto coparticipable. Por su lado, el bloque de Unión por la Patria junto al FIT y a otros diputados posicionados en la vereda de enfrente de la administración de Milei llevarán adelante una jornada debate con abogados constitucionalistas como primer paso al rechazo definitivo al decreto 70/2023. Si lo consiguen, sería una estocada fuerte para el Gobierno.
Mientras, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, mantuvieron las últimas conversaciones para hacer los retoques finales al borrador de ley Bases que llegará a la Cámara de Diputados para su discusión en comisión.
Los funcionarios recibieron a las dos bancadas dialoguistas a convencer: la de Hacemos Coalición Federal, que encabeza Miguel Angel Pichetto, y la de la UCR de Rodrigo de Loredo.
Si bien tanto el bloque radical como el heterogéneo de Hacemos remarcaron de nuevo su disposición a darle al Gobierno las “herramientas” para gestionar, también detallaron sus diferencias respecto a varios puntos del proyecto, que si bien es la tercera parte de la Ley Ómnibus original, no deja de ser una mega iniciativa que abarca múltiples aspectos.
Por ejemplo, las facultades delegadas, las desregulaciones, las empresas a privatizar y los alcances del blanqueo impositivo, son algunos de esos ítems que se seguirán discutiendo en comisión y en el recinto. Es una incógnita si esta vez el Ejecutivo está dispuesto a negociar o mantiene la inflexibilidad que caracterizó el primer debate, que terminó en un fracaso estrepitoso.