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27 noviembre, 2024
PAÍS

Kicillof avanza en la unidad del peronismo bajo la misma consigna de Perón: ‘Urbi et orbe’

Por Alfredo Silletta

En 1971, las internas en el peronismo eran salvajes. Por un lado los cuadros históricos, el movimiento sindical y la juventud peronista, que en parte había decido tomar las armas para enfrentar la dictadura militar, se enfrentaban en internas violentas. Perón sentía que era el momento de presionar a los militares para que acepten elecciones libres y le permitan regresar al país luego 15 años de exilio, por lo cual necesitaba a todos los sectores del peronismo.

Durante los meses de junio, julio y octubre de 1971, el general aceptó realizar varias películas que se conocieron como Actualización Política y Doctrinaria para la toma del Poder, bajo la dirección de Octavio Getino y Pino Solanas.

En un tramo de la entrevista, le preguntan a Perón cual es el rol de conductor. La respuesta es contundente: “La conducción debe ejercer sobre todas las fuerzas -sin violencia- su acción persuasiva, que es lo que trato de hacer yo. Es decir, que el que conduce el conjunto debe ser una suerte  de  Padre  Eterno  que  bendice  urbi  et  orbe, e influencia a todos para que esa bendición los alcance en forma de encaminarlos hacia el objetivo, y desviarlos de los objetivos sospechosos que sostienen intereses parciales… Lo estratégico, toma el conjunto de las operaciones. Yo en este momento soy el conductor estratégico; tengo cuatro misiones: mantener la unidad del movimiento, mantener la unidad de doctrina; encargarme de las relaciones internacionales y revisar las grandes decisiones tácticas, que pueden tener influencia en la situación de conjunto sin detallar…”

Perón sabía que había que mantener la unidad de todos los sectores del peronismo para recuperar el poder y que su función era bendecir a todos (“urbi et orbe”). De alguna manera, el gobernador Axel Kicillof intenta seguir esos pasos. No entrar en internas, estar por encima de todas las partes, mantener la unidad pensando en el objetivo final.

Para un cronista gorila o que no entienda la dinámica del peronismo pareciera que el peronismo estuviera a punto de estallar, especialmente el bonaerense. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, cruza a territorio quilmeño y organiza un acto con compañeros enfrentados a la intendenta. Mayra Mendoza se lo cruza en un acto de la gobernación y lo llama “cagón”.  Un tiempo antes, Andrés Larroque había dicho  ¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Qué tres ñatos te manden un WhatsApp? , en una clara alusión a La Cámpora o el mismo Mario Secco, intendente de Ensenada, respaldó a Larroque y señaló que  “muchas veces, quienes rodean a Cristina terminan haciendo pelotudeces”.

Kicillof, hoy el dirigente que se para en la vereda de enfrente de las políticas libertarias de Milei, trata de sumar y no restar. Viajo al Vaticano a entrevistarse con el Papa Francisco y en los próximos días viajará a La Rioja y posteriormente a La Pampa. Ya había visitado dos provincias no peronistas como Chubut y Santa Fe.

El 1 de julio se cumplirán 50 años del paso a la inmortalidad de Juan Domingo Perón. El gobernador cerrará en un gran acto en la quinta de San Vicente donde están los restos del general. La orden fue invitar a todos los sectores del peronismo. Hay dudas que hará  Máximo Kirchner y La Cámpora. Y lo más importante: que hará Cristina Kirchner. Es obvio que en caso que la ex presidenta decida participar, Axel le cederá el lugar para que cierre el acto.

La organización del acto del 1 de julio está a cargo de la mesa política del gobernador, encabezado por Carlos Bianco, Andrés Larroque, Gabriel Katopodis, Cristina Álvarez Rodríguez y Walter Correa.

Por ahora Kicillof se mantendrá por encima de todas las internas, trabajando por la unidad y concentrado en denunciar todas las políticas de entrega del país por parte del presidente Milei.

 

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