En el peor momento de su gestión, con millones de nuevos pobres, sin dólares en el Banco Central y con tarifas desorbitantes que nadie puede pagar, el presidente Javier Milei presentó su partido La Libertad Avanza con una pequeña multitud en Parque Lezama. Un discurso repetido, aburrido, con cientos de micros estacionados en los alrededores y algunas hinchadas de fútbol alquiladas. Se dedicó a lo que mejor sabe hacer: insultar a todos los que no piensan como él.
De movida, el presidente empezó atacando a periodistas, economistas, políticos y ahora encuestadores. “¡Acá están los trolls, pedazos de soretes!”, lanzó Milei, quien también festejó con un “¡les cerramos el orto!”, mientras la gente gritaba “hijos de puta” a todos los periodistas que no le chupan las medias al gobierno.
Ante la falta de ideas, solo hubo insultos y gritos: “kukardos”, “econochantas”, “empobrecedores seriales”, “sindigarcas” o “ensobrados”. La novedad de los insultos fue que “hay profesionales que también son casta, como todos los encuestadores que cambian sus resultados según quién les ponga la plata”. La bronca es que, según los encuestadores (la mayoría amigos suyos), su imagen cayó abruptamente luego de vetar el aumento a los jubilados, enfrentarse a las universidades, aumentar el transporte público y congelar los sueldos.
Luego de todos los insultos, anunció que en el año 2025 darán el batacazo electoral y reiteró que su gobierno es el “mejor de la historia”, pero nunca habló de los últimos índices de pobreza del INDEC. “Los kukas vienen a hablar de pobreza y decidieron dejar de medirla porque era estigmatizante. Y después vienen a hablar de pobreza”, sostuvo. “En el segundo trimestre del año, la pobreza fue del 51%, por lo tanto ha empezado a caer”, gritó, mientras los más fieles aplaudían eufóricos. Una vez más, mintió sobre las estadísticas.
Luego agregó: “Los salarios vienen ganando hace cuatro meses a la inflación”, pero esta vez los festejos fueron más escasos. En otro pasaje, reiteró: “Somos el mejor gobierno de la historia”.
Nombró y aplaudió a varios ministros. “Quiero agradecerle a Bullrich por sumarse nuevamente a Seguridad cuando su figura aspiraba a otra cosa”. Como se recordará la ministra está buscando cambiar de horizontes con la intención de ocupar la presidencia del Senado en 2027, como su principal objetivo. Al final, el presidente también ponderó a su jefe de Gabinete: “Estamos haciendo la reforma estructural más grande de la historia, y eso lo hicimos con el 15% de diputados y 10% de senadores. Vaya si Francos tiene cintura”, sostuvo, tras varias semanas de especulaciones sobre la continuidad del jefe de Gabinete en su rol por la interna que mantiene con Santiago Caputo. El acto no contó con la presencia de Victoria Villarruel, cada vez más alejada del gobierno.