Al igual que en la dictadura de 1955, cuando se destruían los bustos de Perón y Evita como parte de una campaña para borrar su legado, el gobierno de Javier Milei repite la historia al atacar la figura de Néstor y Cristina Kirchner.
Este acto no es solo una agresión contra un símbolo político, sino también un intento de reescribir la historia, despojando de reconocimiento a quienes marcaron una etapa significativa en la política argentina. La remoción de símbolos históricos refleja una preocupante intolerancia hacia el pluralismo y la diversidad de ideas, valores esenciales para una democracia sólida.
Retiraron el busto de Néstor Kirchner del edificio de la ANSES ‼️ pic.twitter.com/lBO0VYT9Gm
— El Destape (@eldestapeweb) November 15, 2024